Telecomunicaciones y tecnología
Protesta en Turquía contra una nueva serie de TV
Los participantes en la protesta, acompañados por una banda que tocaba música militar otomana, marcharon hacia las oficinas del canal televisivo de entretenimiento, la cual emite "The Magnificent Century", en el distrito financiero de Levent en Estambul.
La serie muestra al sultán Solimán, también conocido como "Solimán el Magnífico", quien gobernó el Imperio Otomano desde 1494 hasta 1566, con sus mujeres y concubinas en su harén.
También aparece el propio Solimán bebiendo alcohol, que está prohibido por el Islam. Varios sultanes otomanos también fueron califas, o líderes islámicos, hasta que cayó la teocracia y la república laica de Turquía que la sucedió abolió el califato en 1924.
Los manifestantes también arrancaron carteles de publicidad de la serie cerca de las oficinas de la cadena y lanzaron huevos hacia las ventanas del canal televisivo.
"El sultán Solimán fue justo y moral durante toda su vida", dijo Abdullah Demir, de 55 años, quién se encontraba entre los participantes de la protesta. "Mostrarle como un hombre que tenía predilección por el alcohol y las mujeres fue algo muy molesto para nosotros".
"Es una provocación hacer creer a la gente que tener sexo y beber está bien", agregó Demir.
Varios historiadores consideran el reinado de Solimán como el auge del poder militar, político y económico otomano.
El Consejo Superior de Radio y Televisión, regulador turco de las telecomunicaciones, ha recibido un total de 75.000 quejas desde que "The Magnificent Century" comenzara a emitirse el 5 de enero, informó el canal turco de noticias CNN Turk.
Este regulador prohíbe o suspende programas de televisión que aparentemente son inapropiados desde el punto de vista moral o político, pero no se ha adoptado aún ninguna decisión en contra del nuevo programa, indicó el canal.
El viceprimer ministro Bulent Arinc anunció la semana pasada que el gobierno tomaría medidas con respecto a las series que le han causado "preocupación y tristeza".
La población de Turquía, candidata a entrar en la Unión Europea, es de 73 millones de habitantes, de los cuales un 99,9% son musulmanes, pero su Constitución es laica y el consumo de alcohol es legal.