Sociedad
Bretón asegura que es "totalmente falso" que diera un bofetón a su hijo de dos años
José Bretón, el padre que supuestamente asesinó a sus hijos, Ruth y José, la tarde del 8 de octubre de 2011, ha manifestado ante el juez que es "totalmente falso" que diera un bofetón a su hijo de dos años de edad, en el centro comercial El Arcángel de Córdoba capital meses antes de los hechos del 8 de octubre, al tiempo que ha asegurado que "para nada" cometió ese hecho.
En su declaración ante el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba, Bretón, acusado de supuestos malos tratos a José, ha insistido en que "jamás se me va a ocurrir pegarle a mi hijo pegarle una bofetada", mientras que la testigo ha aseverado que le pegó "una bofetada" y vio "mucha tensión" entre Bretón y su mujer.
En concreto, entre las peticiones de las partes, el Ministerio Público solicita un total de nueve meses de prisión; la acusación particular, ejercida por la madre de los niños, Ruth Ortiz, pide un año de cárcel, y la defensa, la libre absolución.
"Para reprimir su conducta"
La acusación particular añade en su escrito que en el momento de la supuesta bofetada, que Bretón propinó al pequeño "para reprimir la conducta" de chupar la mesa, Ruth Ortiz no estaba presente porque había ido junto al amigo a pedir unas consumiciones. El menor "ni lloró ni se quejó por la agresión, quedándose simplemente inmóvil", según indica la acusación.
Además, señala en su escrito que Ruth Ortiz desconocía estos hechos porque no se los contaron ni Bretón ni la amiga que los presenció.
Solo los conoció cuando ésta última los puso en conocimiento del juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba al ser interrogada el 3 de mayo con ocasión de la principal causa, en la que Bretón está imputado por la supuesta comisión de dos delitos de asesinatos con alevosía y la agravante de parentesco, además de simulación de delito.
Cabe destacar que Bretón declaró en su momento ante el juez que "no es verdad" que pegara a su hijo José, de dos años de edad, aunque admitió que le dio un cachete, todo ello meses antes del 8 de octubre de 2011, cuando denunció que los había perdido de vista en el Parque Cruz Conde.