Sociedad
El Papa deja España con el deseo de que afronte los desafíos del presente
Pasadas las siete y cuarto de la tarde, el Santo Padre se despedía de Madrid y de estas JMJ que han reunido a más de un millón y medios de jóvenes procedentes de todo el mundo. Antes de subir al airbus de Iberia A-321 con destino Roma, Benedicto XVI declaraba al Rey: Majestad, el Papa se ha sentido muy bien en Madrid, y los jóvenes también. Siga minuto a minuto todos los detalles de la presencia del Papa en las JMJ de Madrid.
Contento, feliz, agradecido, así se marchaba el Papa Benedicto XVI de España tras una estancia de cuatro intensos días con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que, como ha recordado el Rey -no sin destacar el éxito de los actos,- "jalonarán vuestra visita a España".
"Majestad, el Papa se ha sentido muy bien en España, también los jóvenes", respondía el Santo Padre a Don Juan Carlos en una alocución en la que no faltaron agradecimientos para las autoridades, las fuerzas de seguridad, los voluntarios y como no, los peregrinos.
A ellos, como a esos cientos de jóvenes que hasta el último instante se han trasladado al aeropuerto de Barajas para despedir a Su Santidad, les ha agradecido su "participación entusiasta, intensa, su testimonio", al tiempo que les invitaba a "difundir por los rincones" la palabra de Dios.
Benedicto ofrece una oración por los jóvenes ante "los desafíos de la hora presente"
"Dejo España contento, agradecido a todos, pero sobre todo a Dios", afirmaba con jubilo Benedicto XVI, para quien casi en sus últimas palabras ha ofrecido una oración especial para "las familias españolas que afrontan necesidades, para mayores, enfermos, y sobre todo para quienes no encuentran trabajo, especialmente para los jóvenes españoles, con el deseo de que afronten los desafíos de la hora presente y encuentren un camino de justicia y libertad".
Benedicto XVI ha asegurado que España es "una gran nación, que en una convivencia sanamenta abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica". "Lo ha manifestado una vez más en estos días, al desplegar su capacidad técnica y humana en una empresa de tanta trascendencia y de tanto futuro, como es el facilitar que la juventud hunda sus raíces en Jesuscrito, el Salvador", ha manifestado ante los monarcas. "Muchas gracias", concluía su intervención.
El saludo de las autoridades, a los cardenales presentes en Barajas, y el recorrido de los Reyes hasta los pies del avión ponían el colofón a una visita marcada por una agenda intensa y la respuesta enfervorecida de miles de jóvenes.
El Papa agradece a los voluntarios su trabajo en la JMJ
Antes de las seis de la tarde, una hora antes de su partida, el Papa encontraba tiempo para acercarse a Ifema y mantener el último encuentro con los jóvenes, esta vez con 22.000 de los 30.000 voluntarios de las JMJ madrileñas. El Santo Padre ha querido detenerse aquí para agradecer su amable acogida, su gratitud y el trabajo de los mismos. A las 18.30h partía rumbo a Barajas.
"Os preguntaréis: ¿Qué quiere Dios de mí?"
Tras recorrer en papamóvil unos 300 metros del interior del pabellón, jaleado por los voluntarios y en un trayecto donde le acercaron varios bebés, Benedicto XVI comentó a estos jóvenes que posiblemente les hayan surgido la pregunta "¿qué quiere Dios de mí?" durante su participación en la JMJ y les aconsejó que si les "surgió esa inquietud", se dejen llevar "por el Señor? y se ofrezcan "como voluntarios" para "servir y dar su vida como rescate". "Vuestra vida alcanzará una plenitud insospechada", apostilló.
Benedicto abandona la Nunciatura
Benedicto XVI ha salido por última vez, alrededor de las 17:30 horas, de la Nunciatura Apostólica donde se ha alojado desde el jueves hasta este domingo con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), camino del aeropuerto.
La comitiva se detendrá en IFEMA para saludar a los voluntarios que han participado en el evento. Antes de subir al papamóvil, el Papa se ha subido al atril montado para la ocasión y ha saludado a los peregrinos allí reunidos, mientras un grupo de monjas ondeaban pañuelos blancos al paso del vehículo. En los primeros metros del recorrido, le han acercado un bebé.
Río de Janeiro, sede de las próximas jornadas mundiales
Al final de al Eucaristía, el Papa ha anunciado ante la presencia de un largo millón de personas -millón y miedo según la organización-, que Río de Janeiro será la próxima sede de las JMJ en 2013.
Como hiciera minutos antes de dar comienzo la misa, Benedicto XVI se ha dirigido a los jóvenes al finalizar la celebración transmitiendo su afecto "a los más desfavorecidos, a vuestras familias y las comunidades cristianas".
"No puedo dejar de confesaos que estoy realmente impresionado por el número de obispos y sacerdotes, a todos ellos les doy las gracias", ha dicho.
"Agradezco al Ejército, al Obispo castrense, a esta base aérea, hoy que se cumple el centenario de la Aviación Militar Española", ha destacado.
"Ayudad a Europa a encontrar sus raíces"
El Papa también ha recordado el accidente de Spanair, "en su tercer aniversario, por eso quiero transmitir mi cercanía espiritual a todos los afectados por ese lamentable suceso, y a sus familias, cuyas almas encomendamos a la misercordia de Dios", concluía, no si antes proclamar un claro mensaje y rezar unas oraciones en latín: "No tengáis miedo de ser católicos... Ayudad a Europa a encontrar sus raíces católicas".
La labor de la Iglesia y sus fieles
En su homilía, el Santo Padre ha instido en la labor participativa de la Iglesia y de quienes la conforman. "La Iglesia no se vale de sí mismo, si no del Señor. Os invito a fortalecer esta fe transmitida por los apóstoles", arrancaba su magisterio.
"Cristo, hijo de Dios, es el centro de nuestra vida. Caminar con él en la comunión. No se puede seguir a Jesús en solitario, quien inicie ese camino individualista, corre el riesgo de no encontrar a Jesucristo o tener una imagen falsa. Tener fe es tener el apoyo de tus hermanos", manifestaba.
Invitando a la participación, "a la comunión, la oración, la meditación de la palabra de Dios", Benedicto aseguraba ante más de un millón de personas que "no se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás". "El mundo necesita el testimonio de nuestra fe. Id al mundo entero y proclamad el evangelio. Sed discípulos y misioneros de Cristo", añadía.
"Queridos jóvenes, he pensado en vosotros esta noche"
Saltándose el protocolo, el Papa se ha dirigido a los jóvenes antes de comenzar la misa. "Queridos jóvenes, he pensado mucho en vosotros esta noche. Espero que hayáis podido dormir un poco esta noche, que hayáis mirado al cielo.
A las nueve de la mañana, el Santo Padre llegaba a Cuatro Vientos en su popular papa-movil, desde donde ha recorrido las calles de la base aérea y ha aprovechado para tener un nuevo contacto con los jóvenes -se estima la presencia de 1.500.000 de personas-.
Media hora más tarde, el Rey y la reina de España recibían a Benedicto XVI, acompañados de otras autoridades, entre ellos la presidenta de la Comunidad de Madrid y los ministros José Blanco y Ramón Jaúregui.
Cuatro Vientos se despertaba con los primeros rayos de sol y se preparaba para participar en la misa que desde las nueve y media oficia el Papa Benedicto XVI. Esta noche, la caída de una carpa originaba heridas en siete personas durante el acto de la Vigilia.
La organización se ha visto obligada a habiliar nuevas zonas para dar entrada a 200.000 peregrinos más ante el clamor de los actos seguidos por 300 millones de personas en todo el mundo.
Sábado noche de Vigilia en Cuatro Vientos
La ilusión, la fe y el cariño de los cientos de miles de jóvenes que esperaban en el aeródromo de Cuatro Vientos este acto con el Papa fueron más fuertes que el agobiante calor a lo largo del día y la tormenta de lluvia y viento que descargó minutos después de que el Papa iniciara su discurso
Benedicto XVI, a quien el fuerte vendaval incluso le arrebató el solideo y tuvo que resguardarse entre varios paraguas blancos, no perdió en ningún momento la sonrisa y, aplacados los elementos, dio las gracias a los jóvenes por su "alegría y resistencia", que desafiaron la lluvia y el viento gritando "esta es la juventud del papa" y cantando.
"Nuestra fuerza es mayor que la lluvia. Gracias. El Señor con la lluvia nos manda muchas bendiciones", les ha dicho el papa.
La interrupción de la vigilia de oración por espacio de más de media hora, obligó a suspender la lectura del discurso, aunque el pontífice sí pronunció los saludos previstos en castellano, francés, inglés, alemán, italiano, portugués y polaco.
En el texto, que el Vaticano autorizó a difundir, el papa recuerda a los jóvenes que Dios les ama y que "ésta es la gran verdad de nuestra vida y que da sentido a todo lo demás. No somos de la casualidad o la irracionalidad, sino que en el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios".
Y les asegura que "si permanecéis en el amor de Cristo, arraigados en la fe, encontrareis, aun en medio de contrariedades y sufrimientos, la raíz del gozo y la alegría. La fe no se opone a vuestros ideales mas altos, al contrario, los exalta y perfecciona".
Benedicto XVI, quien había sido recibido por los príncipes de Asturias, Felipe y Leticia a su llegada al aeródromo situado a las afueras de Madrid, y en el que la afluencia masiva de cientos de miles de peregrinos había obligado a los organizadores a impedir el acceso al mismo, había protagonizado una hora antes uno de los momentos más intensamente emotivos de la jornada.
En la fundación humanitaria de San José, que atiende a discapacitados físicos y psíquicos, y que regentan los Hermanos de San Juan de Dios, dijo a esos niños y jóvenes que conocen el rostro del dolor, que son la imagen de Dios, sus preferidos, y que la vida también es grande cuando irrumpe en ella el sufrimiento.
El papa insistió en que la sociedad les necesita porque contribuyen decididamente "a edificar la civilización del amor" y a pesar de que en esa misma sociedad "demasiado a menudo se ponga en duda la dignidad inestimable de la vida, de cada vida".
Para el obispo de Roma "una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana".
La tercera jornada en la JMJ que finaliza mañana, se había iniciado con el acto más íntimo y reservado de los programados: el papa confesó en el Parque el Retiro a cuatro jóvenes (dos chicos y dos chicas), sumándose así a la "Fiesta del Perdón", en la que doscientos sacerdotes han estado confesando a los miles de peregrinos que han querido acercarse a este sacramento en la JMJ.
Posteriormente, y en la catedral de La Almudena, el papa presidió una misa con seminaristas, en cuya homilía apeló al celibato sacerdotal y pidió a los futuros sacerdotes que no se intimiden por "un entorno en el que se pretende excluir a Dios y en el que el poder, el tener o el placer" suelen ser los criterios que rigen la existencia, dijo.
Tras la ceremonia litúrgica, en la que Benedicto XVI anunció que proclamaría próximamente Doctor de la Iglesia Universal a San Juan de Ávila, recibió al presidente del PP, Mariano Rajoy, con quien conversó sobre la situación económica y sobre la necesidad de trabajar "entre todos para tener una sociedad mejor", según explicó este tras la entrevista.
El papa almorzó después con el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco -que hoy ha cumplido 75 años de edad-, comida en la que les acompañaron unas 60 personas, entre cardenales, obispos y el séquito papal.
El pontífice quien está "muy contento" e "impresionado" por la acogida que está recibiendo en Madrid, según aseguró hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, recibió también, en la Nunciatura, a sor Teresita (103 años), probablemente la monja que lleva más tiempo de vida contemplativa en todo el mundo: 84 años de clausura en el convento del Císter del pueblo alcarreño de Buenafuente del Sistal.