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Buscadores de herederos, mucho más que un simple negocio 'de muerte'
Pero lo que desconocían los mongoles es que iban a "montar una buena", porque si todos tienen el mismo apellido, resulta que, en caso de heredar, lo tienen crudo o lo que es lo mismo: no existen. Y eso lo saben muy bien las empresas que investigan herencias por todo el mundo, porque si el rastro de sus "sabuesos" les lleva hasta aquí, asumen que no tienen nada que hacer porque es casi imposible encontrar a la parentela del finado.
Puntualidad británica
A veces, cuando se investiga a fondo aparecen sorpresas. Ese fue el caso de una herencia de 40.000 libras que una persona reclamaba como suya. Después de que un equipo de investigadores se pusiese manos a la obra, se descubrió que el fallecido, padre del demandante, fue el "resultado" de una relación incestuosa entre un hermano y una hermana.
Pero en algunos países buscar herederos, aparte de mucha miga, es un buen negocio. En Inglaterra, por ejemplo, existen empresas como Fraser & Fraser o Hooper que se encargan de investigar herencias que se han quedado sin deudos a los que legar el pecunio. De hecho, con la oficialidad del té a las cinco, el gobierno británico publica cada miércoles por la noche una lista con los nombres de aquellos que han perecido sin testar, la mayor parte de ellos reclusos o ermitaños.
A cada uno de los nombres que aparecen en esa relación de datos le acompaña la fecha del fallecimiento, la dirección y un número que hace referencia al tamaño de la herencia que se queda en tierra de nadie. Así que los jueves hay marcha. Es como un pistoletazo de salida donde el objetivo es descubrir y localizar donde quiera que se encuentre al pariente más cercano al que le corresponda la herencia.
Si la cosa se complica se tira de donde sea: colegas, vecinos... el caso es averiguar cosas de la vida del fallecido. En algunos casos, como en el de la compañía Kin, tienen archivados todos los nacimientos, matrimonios y fallecimientos desde 1834. Cuando el trabajo está terminado las agencias cobran una comisión en proporción a la cuantía total de lo recuperado.
El caso español
En España la situación es bien distinta, ya que nuestra legislación no cuenta con un mecanismo para tramitar las herencias internacionales y los patrimonios acaban repartiéndoselos entre diferentes manos, que, a veces, no son los herederos legítimos. Por otro lado, muchos países también presentan vacíos legales en su ordenamiento jurídico.
Como explica el Bufete Pérez de la Cruz a este periódico, "según la ley española, la sucesión se rige por la ley nacional del causante al momento del fallecimiento; sin embargo, en algunos países la legislación aplicable es la del lugar donde radican los bienes". Para evitar situaciones como ésta, España tiene convenios con Francia, Grecia y Suecia por los cuales se establecen además normas de asistencia administrativa recíproca en materia de impuestos sobre la herencia.
En estados como Francia y Alemania, cuando una cuenta corriente queda en situación de abandono es el banco quien debe intentar encontrar a los beneficiarios de esas cuentas a cambio de una comisión.
En nuestro país, si se notifica a la Administración la muerte intestada de alguna persona, el Estado, que es quien recibe los bienes, premia al que lo hace con el 10 por ciento de éstos. Cuando una cuenta corriente lleva 20 años en situación de abandono los bancos tienen la obligación de tramitar la extinción del depósito y enviar los fondos al Tesoro, si nadie los reclama.
Obligación de informar
No obstante, tienen la obligación de avisar a los titulares de la cuenta (BOE o periódicos de gran tirada) tres meses antes de que venza el plazo. Por otro lado, las propiedades mobiliarias que no son reclamadas en diez años pasan directamente al Estado. En cuanto a los inmuebles abandonados, en España existe la posibilidad de hacer uso del derecho de "usucapión" o prescripción adquisitiva.
Es el caso de los extranjeros que se jubilan y compran un piso en España, donde, finalmente, fallecen. "Tras el deceso, explica, hay que acudir a la legislación del país de origen del fallecido y de sus disposiciones testamentarias para ver qué destino se le dan a sus bienes en España".