Pese a que el término táper lleva con nosotros desde hace décadas, su incorporación oficial a nuestra lengua no fue hasta 2017, cuando la Real Academia Española lo introdujo en los diccionarios. En este caso, la palabra proviene de la marca Tupperware que comercializó las fiambreras en 1946. Pero, ¿Qué ha sido de esta empresa? Tras la popularización del producto y la aparición de miles de marcas que también lo venden, parece que no está pasando por su mejor momento.Tupperware acumula una serie de deudas y una caída en ventas, que podrían dejarle en punto muerto. De hecho, si no recibe inversiones pronto, tendrá que declararse en quiebra. La compañía americana lleva años intentando renovar sus productos para captar la atención de los jóvenes, pero no parece que haya surtido efecto. Sin embargo, expertos del marketing, como Catherine Shuttleworth, explica a la BBC que muchos jóvenes desconocen que detrás del término táper hay una marca, cuyo nombre popularizó el producto. Además, en los últimos años, miles de empresas ofrecen fiambreras a precios mucho más asequibles. Por ejemplo, mientras Tupperware ofrece por 19,9 euros uno de sus recipientes de 800 mililitros, en una primera búsqueda por Internet, lo encontramos por menos de 10 euros. El pasado lunes el valor de la compañía había descendido un 48% respecto a cuatro días antes. Así se situó en 1,24 dólares por acción y actualmente ha crecido ligeramente un 0,33%. Si observamos la caída desde octubre de 2022, la caída es aún más acentuada, ya que desde entonces ha bajado un 79,69%. Además, su capital bursátil ha decrecido un 62,08% hasta 69,83 millones de dólares. La pandemia supuso para la compañía una aparente recuperación, ante el aumento de la adquisición de productos de cocina. La situación recuperó la normalidad, y con ella, las ventas volvieron a caer. De hecho, en 2022 registró unos beneficios brutos de 836 millones de dólares, es decir, un 22% menos que el ejercicio anterior. Mientras, las pérdidas por operaciones continuadas fue de 28,4 millones de dólares. Shuttleworth señala que esto se debe en gran parte a que la marca no ha sido "suficientemente innovadora", quedándose por detrás de su competencia. Tupperware Party. Foto: Tupperware Brands Earl Tupper fue el inventor de la fiambrera. En su momento supuso una transformación en el consumo de alimentos porque a través de ella permitía mantenerlos frescos durante más tiempo. Una ventaja que tenía aún más valor en una época donde algunas casas no tenían frigoríficos dado su elevado precio. Brownie Wise, mujer de Tupper, fue la responsable de que las ventas se disparasen, mediante eventos, que posteriormente se conocían como Tupperware Party, en los que convocaba a las amas de casa para enseñar y vender las fiambreras. Tras este implantaron un modelo de venta basado en comerciales, que tuvieron que retirar en 2003 dada su impopularidad. Wise se convirtió en ejecutiva de Tupperware en un contexto en el las mujeres estaban excluidas de los consejos de administración.