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BlaBlaCar, la tendencia en alza de compartir coche
- Esta red social cuenta con más de 5 millones de usuarios inscritos en toda Europa.
La necesidad de ahorrar, el deseo de buscar fórmulas de economía colaborativa, la cada vez más asentada confianza en las gestiones on line, el secular gusto por conocer gente o la creciente concienciación sobre hábitos de consumo más saludables para el medio ambiente son algunos de los ingredientes que han hecho que una red social que conecta personas para compartir trayectos en coche esté ganando fieles a ritmo acelerado.
BlaBlaCar nace en Francia en 2009, durante los primeros días del año -como muchos de nuestros mejores propósitos-. El físico y el por entonces investigador de la NASA Frédéric Mazzella retorna de las vacaciones navideñas en su coche, tras haberle sido imposible obtener una plaza en el tren, y observa cómo hay un porcentaje significativo de vehículos que, como él, viajan sólo con una persona a bordo. Decide crear en Francia una red social para conectar conductores con asientos libres y pasajeros con necesidad de transporte.
Ahora, BlaBlaCar está presente también en España (desde finales de 2009), Italia, Reino Unido, Portugal, Polonia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y, desde abril de 2013, en Alemania; cuenta con más de 5 millones de usuarios inscritos (más de 700.000 viajeros mensuales en Europa) que han compartido 3.000 millones de kilómetros y 4 millones de opiniones sobre sus viajes; y se estima que se han ahorrado unos 255 millones de euros anuales, así como ahorrarnos a todos 700.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2).
La clave está en la confianza
Asumido que son una importante mayoría los que precisan de ahorrar, y que un porcentaje no mucho menor disfruta conociendo gente nueva, la clave parece estar en asegurar la confianza y la tranquilidad del viajero, tanto del que aporta su coche como del que se sube a él. Aquí es dónde reside la clave del modelo BlaBlaCar, en aprovechar la cotidianidad de las relaciones a través de las redes sociales.
En BlaBlaCar.es el usuario puede registrarse (también existe la opción de viajar sin hacerlo, especialmente útil para los que no preparan su viaje hasta última hora), configurar su perfil con una verificación por parte de la empresa de su email y teléfono, añadir su fotografía, el modelo del vehículo o definirse en su condición de conversador ("Bla" para los que lo son poco, "BlaBla" para los de nivel medio o "BlaBlaBla" para los muy habladores), y poder así aportar posibles vínculos con el que busca un trayecto concreto, en el caso de que existan varias opciones.
Un viaje en el que también se pueden seleccionar las preferencias: la posibilidad de fumar, de llevar mascotas o de llevar o no música. El usuario que pone el coche también indica el precio del trayecto (BlaBlaCar recomienda que sea el resultado de dividir los gastos del viaje -gasolina y peajes- entre tres e incide en que el servicio es para cubrir los gastos, no para que el usuario obtenga un beneficio extra).
Tras el viaje los acompañantes puntúan el trayecto, opinan sobre, por ejemplo, la forma de conducir o lo agradable o no de la conversación durante el mismo para que los futuros usuarios tengan referencias respecto al conductor. También existe la opción 'Ladies Only', que conecta mujeres que desean organizar un viaje sin chicos. Más que una necesidad (representan sólo el 1% de los trayectos), es una cuestión de comodidad y serenidad para las usuarias que así lo deseen.
Así, no es extraño que cada vez oigamos y leamos más las experiencias de amigos cercanos que han compartido viaje tras visitar BlaBlaCar.es... hasta que uno mismo se anima a probar. Y repite.