Política

Pablo Iglesias crea un esquema personalista en Podemos pese a prometer pluralidad

    Iglesias, entre Monedero y Tsipras el pasado sábado. <i>Imagen: EFE</i>


    Las promesas se las lleva el viento. Pablo Iglesias, recién elegido secretario general de Podemos con casi el 90% de los votos, ha dado la espalda al "pluralismo" que tanto defendía y ha copado la dirección de partido con su equipo, dejando fuera voces críticas como la de Pablo Echenique. Para lograr rodearse de sus afines de forma democrática, Iglesias impuso un sistema de voto que ha levantado críticas entre sus afiliados. En la web Plaza Podemos, el lugar oficial de encuentro y debate del partido de Pablo Iglesias, han surgido varias voces que piden "más pluralismo en los órganos de dirección de Podemos".

    Las promesas se las lleva el viento. Pablo Iglesias, recién elegido secretario general de Podemos con casi el 90% de los votos, ha dado la espalda al "pluralismo" que tanto defendía y ha copado la dirección de partido con su equipo, dejando fuera voces críticas como la de Pablo Echenique. Para lograr rodearse de sus afines de forma democrática, Iglesias impuso un sistema de voto que ha levantado críticas entre sus afiliados. En la web Plaza Podemos, el lugar oficial de encuentro y debate del partido de Pablo Iglesias, han surgido varias voces que piden "más pluralismo en los órganos de dirección de Podemos".

    Y es que el profesor de universidad impuso la elección de los candidatos agrupados en listas y el empaquetamiento de propuestas en bloques, dejando de lado la elección de los candidatos de forma individualizada y sin listas de por medios, tal y como se hizo en las elecciones europeas. Este nuevo sistema de voto dio ventaja a su formación ya que Pablo Iglesias era el candidato más mediático, tal y como denunciaron miembros del partido como Echenique, que el sábado "lamentó" no estar en la ejecutiva del partido, el llamado Consejo Ciudadano formado por 62 miembros, todos ellos de la cuerda de Iglesias.

    Así las cosas, el nuevo secretario general de Podemos, que todavía no ha dimitido como Eurodiputado, tiene las manos libres para hacer y deshacer en el partido y las estrategia electoral sin tener que hacer frente a otros puntos de vista ni a las discrepancias surgidas en los últimos meses.

    En su primer discurso como líder indiscutible de la tercera fuerza política por intención de voto, según las últimas encuestas, Pablo Iglesias prometió "abrir el candado del 78". Es decir, abrió la puerta a acabar con la Transición y discutir todos los artículos de la Constitución. Una afirmación que Mariano Rajoy, presidente del gobierno, no tardo en rebatir desde Brisbane (Australia) al termino de una reunión del G-20. "Si alguien quiere liquidar la Transición y tirarlo por la borda supongo que será por desconocimiento, pero sencillamente no tiene ningún sentido porque ahí está la democracia, la libertad y la garantía de nuestros valores, nuestros principios y nuestros derechos individuales como personas", aseguró Rajoy.

    Sacar a los militares de EEUU

    Iglesias, que ha empezado a definir su estructura territorial, adelantó más puntos de su programa electoral ayer en una entrevista en el programa El Objetivo de La Sexta. El líder de izquierdas afín a los regímenes de Venezuela y Cuba, prometió que dimitiría si llegase a la Moncloa y no cumpliese su programa electoral, tal y como suele suceder con todos los partidos que llegan al poder.

    A su vez, explicó en la entrevista con Ana Pastor que sus dos primeras leyes serán para "parar los desahucios y eliminar las puertas giratorias" que llevan a los políticos a ocupar cargos en los consejos de las grandes multinacionales españolas. A su vez, afirma que renegociará el estatus militar de las bases de Rota y Morón. "No me gusta que haya militares en este país que no sean españoles", aseguró antes de afirmar que echará a todos los miembros de su partido acusados de corrupción aunque ha defendido el aforamiento de los diputados y los indultos.