Política

Moreno, aún débil, tampoco quiere comicios adelantados en Andalucía

    Juan Manuel Moreno Bonilla. <i>Imagen de EFE</i>.


    Juan Manuel Moreno Bonilla afronta, poco más de un mes después de llegar al cargo, su primera prueba de fuego ante la mayor crisis en el bipartito. Se sabe aún débil electoralmente, tanto porque es desconocido para la gran mayoría del ciudadano andaluz como, en clave interna, porque está aún reconstruyendo el partido y aunando lealtades tras la chapuza de su nombramiento a dedo por Mariano Rajoy en contra de la voluntad de la anterior cúpula popular y de la propia secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Es en Sevilla donde tiene aún a sus principales oponentes internos.

    Por eso, desde que estalló el desencuentro en el bipartito, Moreno Bonilla no ha solicitado en ningún momento el adelanto electoral. El PP ha perdido casi diez puntos de apoyo desde las elecciones de marzo de 2012 hasta la última encuesta de enero pasado y el exsecretario de Estado de Asuntos Sociales no quiere encarar unos comicios con estos mimbres internos y externos.

    Al tiempo que ha criticado el "espectáculo lamentable" que están ofreciendo PSOE e IU mientras la economía andaluza se desangra como muestra el aumento continuo del paro de enero a marzo, se ha ofrecido a Susana Díaz para aportarle los 50 diputados del PP en el Parlamento con el fin de dar estabilidad al gobierno de la Junta. Este perfil centrista trata de contrarrestar, precisamente, esa misma orientación que ha seguido Susana Díaz al pregonar el respeto a la legalidad como argumento para retirar las competencias sobre adjudicación de VPO a IU.

    Auge de los izquierdistas

    Ante el auge de los izquierdistas y de UpyD que reflejan las encuestas, socialistas y populares están pujando por el votante de centro y, sobre todo, por atraer a las urnas a esa creciente bolsa de descontentos con la política: el porcentaje de abstención que prevén las encuestas de Cadpea (Universidad de Granada) es del 44,3 por ciento (en enero pasado). En las autonómicas de 2012 no votó el 37 por ciento del censo.

    Moreno confía, en cualquier caso, en recuperar el voto popular en Málaga, que dio la espalda a Javier Arenas hace dos años.