Política

Susana Díaz obliga a claudicar a IU

    Susana Díaz, ayer, con el izquierdista Diego Valderas. <i>Foto: EFE.</I>


    La decisión de Susana Díaz de retirar las competencias de vivienda a Izquierda Unida ha abierto una crisis en el seno del gobierno andaluz, a pesar de que la amenaza verbal de Díaz surtió el efecto previsto: IU ha dado marcha atrás a entregar a las 22 familias que supuestamente seguían viviendo en un edificio ocupado propiedad de Ibercaja las llaves de sendas viviendas sociales saltándose la lista de demandantes de este tipo de pisos (12.370 personas en la ciudad de Sevilla están en la lista de espera).

    El debate de ayer en el Parlamento giró en torno a este encontronazo entre los socios de Gobierno, ya que el portavoz del PP, Carlos Rojas, interpeló en estos términos a la presidenta, sentada junto a Diego Valderas (vicepresidente por IU): "¿A quién me dirijo, a usted, a (Diego) Valderas (IU), quién manda en la Junta?", espetó Rojas, que le afeó que tenga un "gobierno a la gresca, que está haciendo daño a la imagen de Andalucía", además de poner "en evidencia su liderazgo".

    El dirigente popular aseguró que si la presidenta firma el decreto por el que se retiraría provisionalmente a la Consejería de Fomento y Vivienda las competencias sobre la adjudicación de viviendas del parque público de la Junta "es que ha perdido la confianza en la consejera y lo que hay que hacer es cesarla". Díaz respondió: "Sobre la gobernabilidad y estabilidad me preocupo yo, que soy quien preside el gobierno". Y aseguró que hará "lo que tenga que hacer" para que en Andalucía "impere la igualdad, la legalidad y la justicia". Posteriormente, a su salida del salón de plenos, la presidenta aseguró que el citado decreto de retirada de competencias estaba firmado, pero que lo modificaría si IU daba marcha atrás. El decreto no se ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía y por tanto no está en vigor.

    El encontronazo por el apoyo de IU a estos okupas de Sevilla es el más serio en los dos años de Gobierno de ambos partidos en la Junta. No obstante, en los últimos meses han habido otros dos casos de claras discrepancias y palabras gruesas. En primer lugar, la queja pública del vicepresidente Valderas sobre la lentitud del Gobierno para dar cumplimiento al programa legislativo pactado por ambos grupos para toda la legislatura. El PSOE tuvo que reconocer esta lentitud y comprometerse a acelerar el trabajo en los dos años que restan.

    En segundo lugar, el portavoz de IU en el Parlamento, José Antonio Castro, dijo el mes pasado: "la gestión socialista de los fondos de formación apesta" tras un demoledor informe de la Cámara de Cuentas. El portavoz del Gobierno (Miguel Ángel Vázquez, PSOE) contestó que esas expresiones "sobran".