Pérez-Reverte afirma que Anasagasti "moriría de hambre" sin Senado y éste le llama "facha"

"¿Eliminar el Senado? ¿Y el pobre Anasagasti? Sería como liberar a Willy. Moriría de hambre buscando él mismo su sustento". Con sorna respondía el escritor Arturo Pérez-Reverte a uno de sus seguidores de Twitter, que planteaba el domingo la posibilidad de eliminar la Cámara Alta, tal y como votó Irlanda (al final, lo rechazó). Sin embargo, el excorresponsal de guerra no se esperaba (o sí, ya que se encuentra en plena campaña de promoción de su nueva obra) era que Iñaki Anasagasti, senador del PNV al que aludía en la red social, le respondiera. "Nuestros políticos y sindicalistas no son la enfermedad, sólo el síntoma"

El jetzale cargó con dureza contra Pérez-Reverte, al proponer eliminar la Real Academia Española y limpiarla "de  plagiadores de tres al cuarto". "¿Y tú, facha, de quién vivirías, de "Espe" [en referencia a la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre]?

Pérez-Reverte opta por no responder directamente a Anasagasti, pero deja clara su postura al responder a otro de sus seguidores: "Que se tome unas dietas, para calmarse", le despacha.

Nueva novela

La nueva novela de Pérez-Reverte, El francotirador paciente, es una historia "ágil, seca, dura y callejera" en la que el autor recrea el ambiente "marginal, vandálico" de los grafiteros, que "a veces linda con el terrorismo urbano".

"El grafiti es un ajuste de cuentas. Hay un rencor social en todas esas actuaciones", afirma Pérez-Reverte en una entrevista con Efe, en la que adelanta algunos aspectos de esta novela que Alfaguara publicará el próximo 27 de noviembre en todos los países hispanohablantes.

Cuando todavía resuenan los ecos de El tango de la Guardia Vieja, su anterior novela, publicada hace menos de un año, el escritor ha puesto ya punto final a su nuevo libro, que también le sirve para pronunciarse "sobre la gran falacia, la gran mentira del arte actual", aunque hay artistas a los que respeta "mucho", aclara.

"Eran lobos nocturnos, cazadores clandestinos de muros y superficies, bombarderos sin piedad que se movían en el espacio urbano, cautos, sobre las suelas silenciosas de sus deportivas...".

Con esas palabras comienza El francotirador paciente, una novela que Pérez-Reverte (Cartagena, Murcia, 1951) ha escrito en menos tiempo que otras suyas porque, desde El pintor de batallas, tenía en la cabeza el tema del arte urbano y del grafiti, que conoce bien "por razones personales".