Política

La rebelión socialista en Galicia y Cataluña cuestiona la influencia de Rubalcaba

    Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, junto a Pere Navarro, líder del PSC.


    El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha enfrentado a nuevos problemas en los últimos días. A la baja aceptación social de su liderazgo, representado cada semana a través de distintas encuestas, se suman ahora los aires de rebelión procedentes de sus feudos en las nacionalidades históricas.

    Galicia y Cataluña materializan los actuales escenarios de conflicto para los socialistas. Si en el caso de Cataluña la fractura está siendo provocada por la consulta de independencia, en Galicia es la decisión de celebrar elecciones primarias la que ha supuesto un inconveniente para el socialismo nacional.

    El asunto catalán ha acaparado la controversia esta semana, tras una votación en el Congreso en la que Carme Chacón rompió la disciplina de voto del partido y se abstuvo sobre el derecho a decidir que apoyaron los socialistas catalanes pero no el PSOE.

    La decisión de Chacón simboliza la distancia que está tomando el socialismo catalán con respecto a las directrices de la sede del PSOE en Ferraz. El federalismo que propugnó Rubalcaba hace unos meses para dotar de un perfil propio a Pere Navarro, líder del PSC, se ha vuelto en contra del líder de la oposición al cobrar un nuevo cariz que ahora se vincula con deseos de una consulta popular no contemplada por la Constitución española.

    La sacudida en el Congreso no quedará en anécdota. Tras poner en evidencia las diferencias irreconciliables entre las formaciones políticas hermanas, la solución por la que apuesta Rubalcaba pasa por una revisión de los acuerdos y normas que rigen entre PSOE y PSC. El secretario general busca evitar una ruptura en toda regla con los socialistas catalanes por un asunto personal y no ideológico: no quiere cargar con la responsabilidad de la que se convertiría en una fractura histórica.

    Primarias gallegas no autorizadas

    En Galicia, la lucha es otra, y se refiere a la opción de celebrar unas elecciones primarias para nombrar al próximo líder de los socialistas gallegos, una fórmula, en principio, no establecida en los estatutos del partido.

    El Comité Nacional del PSdeG, su máximo órgano entre congresos, ha dado un respaldo prácticamente unánime a la propuesta de su secretario general, Pachi Vázquez, de hacer partícipe a la militancia de la elección del próximo líder del partido a través de unas primarias consultivas que se celebrarán el próximo 1 de junio.

    Si bien las primarias contaron con un alto nivel de adhesión entre los miembros del Comité Nacional, dado que, en palabras de Vázquez, su utilización para la elección de los cargos orgánicos es "un clamor" dentro del partido, no son pocos los socialistas que desconfían de que, finalmente, puedan celebrarse.

    Blanco apuesta por una fórmula "reglada"

    Por su parte, el ex 'número dos' del PSOE José Blanco, quien, en declaraciones a los medios previas a su entrada en el Comité Nacional, defendió una fórmula de elección "reglada" en lugar de "hacer cosas que no responden a las normas", se decantó por no votar una vía que no figura en los estatutos y que Ferraz ya desautorizó.

    Y es que, como recuerdan algunos, Ferraz ya tumbó una resolución del congreso del PSOE en la Comunidad valenciana en este sentido, de modo que dan por hecho que tampoco permitirá esta consulta informal en Galicia.

    Algunos, además, alertan de la posibilidad de que la dirección federal llegue a "disolver" la ejecutiva gallega por contravenir las normas del partido, algo que desechan rápidamente los más próximos al de O Carballiño alegando la "debilidad" de su jefe de filas, Alfredo Pérez Rubalcaba.

    Defensa de la consulta

    Frente a ello, otros, como el secretario provincial coruñés, Francisco Caamaño, avalaron ante los periodistas y en el interior del Comité la vía defendida por Pachi Vázquez. Y es que, a su entender, "se puede hacer todo lo que no está prohibido" en los estatutos y éstos "no impiden consultar a los militantes su deseo sobre quién debe ser su secretario general".

    Además, el exministro de Justicia proclamó que "primero es la democracia" y, después, "las leyes", al tiempo que citó el artículo seis de la Constitución, el que establece que los partidos "deberán ser democráticos" tanto en "su estructura interna" como en "su funcionamiento".