Política

Los otros 'divorcios' entre el PSOE y el PSC

    Pere Navarrro y Alfredo Pérez Rubalcaba. <i>Imagen: EFE</i>


    La postura del PSC a favor de la consulta soberanista en el Congreso podría ser la gota que colma el vaso a 35 años de "cordial relación con el PSOE" o simplemente significar otra piedra más en el camino como hasta ahora lo han sido el estatuto de autonomía catalán o las negociaciones con ETA del diputado Carod Rovira. Sea como fuere este cúmulo de desencuentros han hecho que Ferraz se plantee las condiciones del acuerdo.

    El líder del PSOE ha reconocido que desde que se puso encima de la mesa el asunto del derecho a decidir en Cataluña el PSOE y el PSC han "discrepado", un "desacuerdo" que, a su juicio, es reflejo de la realidad que está ocurriendo en Cataluña.

    Este escenario de discrepancias internas se remonta a 1981, dos años después de que se unificaran el Partido Socialista de Catalunya, la PSC, la Federació Socialista Catalana, y el Partido Socialista de Cataluña. El debate de la Ley de Armonización del proceso Autonómico (LOAPA), pactado entre PSOE y UCD, que entre otras cuestiones preveía que la transferencia de competencias se realizaría progresivamente según la capacidad de cada autonomía hasta llegarse al equilibrio entre unas y otras, fue el principal punto de desencuentro.

    El PSC estaba convencido de presentar enmiendas en el Congreso a la LOAPA aunque por cuestiones de disputas internas rehusó plantear. El apoyo a dicha ley por los socialistas representaría en Cataluña un retroceso en las urnas

    La temperatura subió en exceso entre ambos por la situación del Estatuto catalán en el Tribunal Constitucional. Para el PSC "la prioridad" era Cataluña" y no la unidad de acción con el PSOE. Un argumento avivado por la negativa del Gobierno a reformar la ley del Tribunal Constitucional para sustituir a los magistrados que han agotado su mandato y la postura del gobierno de Zapatero de negar la "nacionalidad" a Cataluña. 

    Sin duda en 2004 fue el momento en que la cuerda entre PSC y PSOE estuvo más tensa. En el momento que vio la luz las negociaciones entre el vicepresidente de Pascual Maragall, Carod Rovira y ETA para pactar una tregua en Cataluña. El Gobierno de Zapatero rechazó de inmediato la continuidad de Rovira con la reticencia de Maragall. Incluso se llegó a valorar la presentación de listas del PSOE en Cataluña.