Política
Monago, sobre la clase política: "Entre todos la mataron y ella sola se murió"
El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, ha echado mano este martes del refrán español "entre todos la mataron y ella sola se murió" para explicar el declive de la clase política, que, según la encuesta del CIS, ha alcanzado su cota más alta desde que se inició la democracia.
En declaraciones a ABC Punto Radio, Monago ha manifestado que una parte de la desafección de la ciudadanía hacia la clase política se debe a que los políticos "en demasiadas ocasiones" han entendido este ejercicio como "de ping pong, de embestidas de unos a otros para producir desgaste en el adversario que ha producido desgaste en toda la clase".
Por ello, ha abogado por hacer "alta política", lo que supone resolver "por encima de todo y como prioridad" los problemas de los ciudadanos y "dejar aparcado lo demás".
El jefe del Ejecutivo extremeño ha afirmado que en momentos como éste se acuerda de los padres de la Constitución, "políticos de uno y otro signo que fueron capaces de sentarse en torno a una mesa y conseguir la Transición que tanto se ha alabado en el resto de mundo".
"Somos herederos de esa clase política y tenemos que estar a la altura en un momento especialmente difícil. Se trata de alumbrar un problema a la crisis y al desempleo", ha explicado, al tiempo que ha reivindicado el poder de la clase política sin ocultar que ha habido "ineficiencias y gente que no ha sido honesta, que no ha estado a la altura, que nunca tuvo que tener la etiqueta de político".
Estado autonómico
Monago, que ha manifestado que Extremadura no tiene que acudir al Fondo de Liquidez Autónomica (FLA), ha hecho alusión a la situación del Estado de las Autonomías que, a su juicio, "ha aportado mucho de positivo y no se puede tirar por la borda", pero ha reconocido que, "como cualquier sistema de organización territorial, con el paso de las décadas, hay que darle una manita".
En este sentido, ha desvelado que cuando los presidentes de las comunidades autónomas hablan entre ellos, se dan cuenta de que tienen soluciones "parcialmente" a algunos temas pero, según ha dicho, "no son capaces de sentarse para abordar los problemas".
Además, ha explicado que los presidentes regionales no pueden "ir innovando" cada uno dentro de su comunidad, sino que tienen que tener la "suficiente madurez" para sentarse y para que los ciudadanos "no vean distintos tratamientos en función de la comunidad en la que vivan".