Política

Moliner, contrario a la reforma laboral, ya manda en el Poder Judicial

    Gonzálo Moliner, nuevo presidente del Consejo del Poder Judicial. <i>Imagen: EFE</i>


    El nuevo presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, es un juez de tendencia progresista, miembro de la asociación Jueces para la Democracia y experto en Derecho Laboral, que se enfrenta ahora al reto de restaurar la imagen del órgano de gobierno de los jueces.

    El magistrado Gonzalo Moliner tomó hoy posesión como nuevo presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en un acto solemne celebrado en la sede del Alto Tribunal y después de haber jurado su cargo ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela.

    Moliner, presidente desde 1998 de la Sala de lo Social del Supremo, entró en la carrera judicial en 1969 y 14 años después se implicó en el proceso de fundación de Jueces para la Democracia, siendo uno de los miembros del secretariado en la asamblea constituyente de esta asociación progresista.

    El Salón del Plenos ha acogido el solemne acto, que ha contado con la presencia del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, el fiscal general del Estado, Eduardo-Torres Dulce, y el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska.

    El secretario de Estado de Justicia, Fernando Román, y el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, han sido testigos, entre otros, de la toma de posesión.

    Posteriormente, Moliner ha tomado posesión de su asiento presidencial y ha sido felicitado por las personalidades que abarrotaban el Salón de Plenos, después de que el magistrado Juan Antonio Xiol diera lectura al nombramiento de Moliner por parte del Rey y a propuesta del CGPJ que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado sábado. 

    Un perfil opuesto a Dívar

    Su perfil puede considerarse el opuesto al de su predecesor en el cargo, Carlos Dívar, conservador de fuertes convicciones religiosas que nunca formó parte de ninguna asociación judicial.

    Tras tomar hoy posesión de su cargo, Moliner se estrena en sus nuevas funciones después de haberse pronunciado en varias ocasiones de forma crítica respecto a la reforma laboral que, desde su mirada de experto, fue una ley "en cierto modo precipitada, en el sentido de que se hizo en pocos días".

    En esa reforma, Moliner vio aspectos "especialmente problemáticos", como el "nuevo contrato de trabajo que permite al empresario rescindirlo en un tiempo indeterminado y sin causa y que puede generar problemas ya que no todo el mundo pensará que se ajusta a la ley", dijo recientemente en un encuentro de magistrados celebrado en Cádiz.

    En 1998, Moliner (Fuente la Reina, Castellón; 1944) fue nombrado magistrado de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, y en el 2004 miembro de la Junta de Gobierno del alto tribunal.

    Crisis sin precendetes

    Cuatro años más tarde fue designado presidente de la Sala de lo Social del TS, cargo que ha desempeñado hasta ahora, cuando asume la responsabilidad de dirigir el órgano de gobierno de los jueces, tras una crisis sin precedentes en el Poder Judicial, que se ha visto sacudido por divisiones internas y el escándalo de los viajes en fin de semana de Carlos Dívar, que finalmente provocó su dimisión.

    Lo hace, según dijo el mismo día en el que conoció su elección, "con ilusión y algo de miedo", por la complicada tarea que tiene por delante, y sin dar ninguna importancia a la mínima mayoría que obtuvo en la votación llevada a cabo por el CGPJ.

    La división en el CGPJ fue también la causa de que su elección se realizara exactamente con los 12 votos a favor de los 20 vocales del Consejo que exige la ley para designar al presidente del Poder Judicial, una mayoría justa de tres quintos, muy lejos de la unanimidad que Dívar consiguió en 2008.

    Moliner, de 68 años, es autor de numerosos artículos en revistas especializadas y de varios libros entre ellos, "El recurso laboral de suplicación" (1991), "Los recursos en el proceso laboral de ejecución" (1996) y "Recurso laboral para la unificación de la doctrina" (2003).