La mujer de Garzón ingresó 300.000 euros después de los cursos del juez en EEUU

Hasta 300.000 euros fue la cantidad que Rosario Molina, mujer del juez Baltasar Garzón ingresó en su cuenta un mes después de que el magistrado acudiese a Nueva York a impartir unos cursos en la Universidad.

La Brigada de Delincuencia Económica de la Guardia Civil, está investigando la procedencia del dinero que de momento se desconoce según publica El Confidencial. Lo que sí parece cierto es que en esa cuenta "no se registran movimientos anteriores, por lo que se cree que fue abierta al recibir este primer traspaso".

La lupa sobre las empresas que financiaron la estancia del juez en Nueva Yorka llevó hace unos meses a que el magistrado Manuel Marchena, instructor de la causa contra Garzón, ordenase investigar las cuentas bancarias del juez para aclarar "cuánto, cuándo, cómo y quién" financió sus actividades académicas en Estados Unidos durante el permiso por estudios que le concedió el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de junio de 2006.

Otra cuenta en el Citibank

Por otro lado, el Tribunal Supremo solicitó al Banco de España y a la oficina de Citibank en Nueva York los detalles y movimientos de todas las cuentas que el juez tenga en el extranjero, una diligencia acordada en el marco de la investigación abierta para determinar si el juez incurrió en delitos de cohecho y prevaricación por las subvenciones de los cursos que impartió en la Universidad de Nueva York.

El instructor de la causa, Manuel Marchena, ha pedido al Banco de España que le comunique los números de las cuentas corrientes que Garzón pueda tener en el extranjero, según consta en el auto hecho público este jueves por el Alto Tribunal.

El magistrado ha cursado de forma complementaria una comisión rogatoria a las autoridades judiciales de Estados Unidos para que recaben de la entidad Citibank "los detalles de todos los movimientos contables" de la cuenta que Garzón tenía en ese banco. Marchena ha ordenado todas estas diligencias a petición de la defensa de Garzón, que solicitó el pasado mes de noviembre que se investigaran las cuentas de su cliente para demostrar que no se lucró personalmente con la financiación de los cursos.