Escudos sin crucifijos para la Policía Nacional: la petición de un diputado ceutí
El diputado autonómico no adscrito ceutí Rachid Ahmed ha dirigido una petición formal por escrito al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, pidiéndole que los policías nacionales que así lo soliciten, sin exigirles más explicaciones, puedan lucir un escudo "sin símbolos religiosos", en concreto sin el crucifijo que actualmente incluye, "que en su momento tendría su lógica pero que actualmente puede resultar lesivo según nuestra normativa y la composición de la sociedad española".
Ahmed, que abandonó el Gobierno que preside Juan Vivas y el Grupo Parlamentario Popular a finales de 2014 después de siete años, ha asegurado en declaraciones a Europa Press haber cursado esta petición a instancias de agentes de la Policía Nacional y ha señalado que en caso de ser atendida "redundaría en la buena imagen y concepto que toda la ciudadanía tiene de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado español".
En su escrito, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Europa Press, el también abogado recuerda que la Constitución Española, el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales de Roma y la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea establecen que "toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión".
Desde su punto de vista, la presencia de un crucifijo en el emblema de la Policía Nacional es "un resto fósil de regímenes fuertemente confesionales y sociedades homogéneas" y "del naufragio confesionalista". "Es verdad que España es un país de laicidad débil, incluso de laicidad difícil, pero es muy fina la línea que le puede llegar a convertir", alerta, "en un Estado de laicidad fallida".
"Los miembros de la Policía Nacional, como tales, son sujetos, que tienen por el hecho de pertenecer al cuerpo, unas obligaciones inherentes a sus responsabilidades, pero no cabe duda de que también tienen unos derechos", argumenta el político, que sostiene que "nada indica que ser un buen agente, incluso el mejor, deba acarrear tener que tolerar de manera continua y obligada llevar los símbolos de una confesión religiosa aunque estos no concuerden con las creencias o ideologías del que los luce".
El diputado considera procedente y necesaria su reclamación porque la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos indica que "en los casos en los que no existe petición de retirada de símbolos religiosos, el conflicto no existe y la vulneración de derechos fundamentales tampoco".