Política
Ni el Gobierno ni el PSOE quieren a ETA 'en las Cortes': "¿Por qué tengo que darle algo a cambio?"
No dijeron ni mu. Ni el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni el jefe del principal partido de la oposición, el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, querían mentar a ETA en la primera sesión del debate sobre el estado de la Nación. El popular y el socialista esquivaron ayer las menciones al polémico desarme parcial terrorista, a la labor de los verificadores y al respaldo del lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, a su trabajo. Ni siquiera nombraron a la banda del hacha y la serpiente. Las agujas del reloj corrían y nada de nada: en más de siete horas, sólo Rosa Díez (UPyD) puso este problema sobre la mesa.
Ambos rehusaron fijar postura -y hay incluso voces que apuntan a la existencia de un posible pacto entre ambos partidos para evitar el tema- y, en el caso del inquilino de La Moncloa, ya es su segunda vez consecutiva en este debate parlamentario. Ni ETA ni sus víctimas, incluso aunque se preveía un intento del PP para contrarrestar el efecto Vox. Nada de nada, al menos hasta que subió al estrado Díez, quien afeó su olvido al gallego.
"Mientras haya 300 asesinatos sin resolver merece que nos acordemos de las víctimas, porque es una asignatura que tenemos pendiente, no sólo el Gobierno, lo tiene pendiente la democracia", sentenció la magenta.
Martes no, miércoles sí
Sin embargo, Rajoy sabía que hoy sí debería afrontar el conflicto vasco cara a cara. Los portavoces de los grupos nacionalistas vascos -PNV y Amaiur, sobre todo- saldrían al estrado, lo que obligaría al presidente a dar un paso adelante.
El portavoz jetzale, Aitor Esteban, criticó que la "desidia" de Rajoy "es la que permite que ETA siga prolongando la teatralización de su final". "Afirmar que nada ha cambiado desde el anuncio de cese definitivo de la violencia por parte de ETA es hacer el tancredo", criticó.
Sin embargo, Rajoy no se amilanó y, tras señalar a la disolución como única posible salida de ETA, le preguntó a Esteban: "¿Es tan difícil? ¿Por qué no se lo pide?, ¿Tenemos que darle algo a cambio? ¿Por qué tengo que darle algo a cambio y qué tengo que darle a cambio?".
El choque con Amaiur aún fue más virulento. La coalición abertzale acusó al Ejecutivo de no querer el desarme de ETA ni la paz y le criticó por haber realizado un "vergonzoso espectáculo insultando permanentemente" a los miembros de la CIV".
"¿Examen de conciencia?"
El presidente del Gobierno tachó de "inaudito" que Amaiur le acusara de "amordazar ciudadanos". "¿Alguna vez ha hecho examen de conciencia, ha pensado en lo que ha hecho, lo que ha apoyado?. Usted no puede dar lecciones de democracia, ni de libertad ni de derechos humanos ni de nada parecido", ha reiterado, antes de exigir al grupo de Xabier Mikel Errekondo que pida ETA "que se disuelva.
"Si su Gobierno es incapaz de solucionar los problemas del conflicto político que les enfrenta al pueblo vasco, disuelvanse ustedes por su incapacidad", fue la respuesta del diputado abertzale.
Despúes, el resto de partidos del Grupo Mixto también evitaron lanzarse a esta arena política (de hecho, la Geroa Bai de Uxue Barkos se limitó a hablar de la crisis de gobierno en Navarra), con excepción de la UPN de Carlos Salvador.
Al final, en más de 11 horas de debate en dos días -y pese a que hoy, con la consulta catalana, sí fue protagonista- ETA no ocupó un lugar destacado en la Carrera de San Jerónimo