Política

El 35% de los catalanes apoyan la independencia aunque queden fuera de la UE

    Artur Mas. <i>Archivo</i>


    El Partido Popular ha sabido a través de una encuesta interna que el 35% de los catalanes sí apoyarían la separación de España aunque Cataluña quedase fuera de la Unión Europea. Por ello, su objetivo se enfoca ahora en mantener firme al 65% restante. Directivos alemanes piden a Cataluña que deje la independencia y se centre en la crisis.

    Según publica El Mundo, fuentes del PP afirman que "el apoyo a la independencia se hunde si no continúa en la UE, que es justamente lo que pasaría si hubiera secesión".

    Como refuerzo a esta situación, la encuesta arroja que el 67% de los catalanes asegura no disponer de información suficiente para apoyar el independentismo de Artur Mas. Y es precisamente aquí donde tiene cabida la estrategia del PP contra la ruptura entre Cataluña y España.

    La estrategia del PP

    Los dirigentes 'populares' se enfocan ahora en el ámbito más racional de la consulta. Más allá del valor emocional que puede suponer el independentismo, consideran necesario "llamar a la racionalidad", es decir, recordar que una ruptura con España supondría la salida inminente de la UE, lo cual derivaría en una controvertida situación económica.

    La primera en transmitir este mensaje fue la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, el pasado viernes en Barcelona: "Los catalanes tienen derecho a saber. Los órdagos de Mas reflejan una inconmensurable incapacidad para gobernar y son irrealidades más próximas a las historias de ficción que a las historias de futuro de los catalanes y de todos los españoles [...] La historia e escribe trabajando sobre realidades y no sobre quimeras en las que gasta además mucho dinero". "Nosotros no vamos a consentir que se engañe a los catalanes" concluyó.

    El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, insistía un día más tarde en este hecho: "Ni siquiera citan la evidencia de que Cataluña sería más pobre. Que saldría de Europa sine die, y lo mismo se podría decir del resto de organismos internacionales o del euro...".

    Problemas económicos

    En último término, la estrategia pasa por incidir en los perjuicios económicos de la secesión. "Cataluña sería incapaz de absorber el enorme déficit que tiene, tendría muy complicado pagar a los funcionarios y le faltaría liquidez para abonar las facturas a los hospitales y colegios públicos", insisten desde el PP.

    De este mensaje se encarga el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien subrayaba ayer la imposibilidad de que un territorio de la UE se independice porque "llevaría a una situación mucho peor". "La separación de la economía catalana del resto de España es imposible [...], está absolutamente implicada en la economía española".