Rajoy dice que el Congreso Nacional será de "integración" y confía en que los militantes "lo vean así"
Rajoy hizo esta afirmación en un desayuno informativo de Fórum Europa protagonizado por el líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, y ante la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital madrileña, Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros dirigentes del partido.
Por su parte, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha apoyado los cambios en el partido que está realizando Rajoy, pero ha rechazado el papel de "mala" que algunos le quieren adjudicar, porque "esto no es así". De esta forma, advirtió de que hay algunos "adversarios" políticos que quieren dividir al PP y dar a sus dirigentes "carnés de buenos y malos", y ha destacado que, por supuesto, a ella le corresponde el de "mala".
María San Gil, en el punto de mira
El líder de los populares salió al paso de la polémica suscitada por la decisión de María San Gil de abandonar la ponencia política al desconfiar de la posición que va a mantener la dirección nacional en asuntos esenciales como las relaciones con los nacionalistas.
"Yo soy el que he sido siempre pero creo que en la vida de cuando en cuando hay que moverse y sobre todo hay que mirar al futuro", dijo Rajoy. "Hay mucha gente en el partido que tiene derecho a que se le escuche y se le atiendan sus posiciones pero lo único que no podemos hacer es no movernos y estar siempre en el mismo sitio porque eso no lo hace nadie en ninguna faceta de la vida".
Rajoy pide que el partido mire al futuro
Rajoy adelantó que quiere un partido "que mire al futuro" y que se centre en solucionar los problemas de las personas porque considera que tiene "posibilidades" de ganar las próximas elecciones generales.
Además, aseguró que, pese a las discrepancias manifestadas por María San Gil y las críticas de otros dirigentes como Gustavo de Arístegui, todos los compañeros del partido son "gente estupenda" y por eso quiere presentar en el cónclave de junio un "proyecto de integración".
"Yo soy de los que piensan que no se ganan amigos por la vía de la sustitución, sino por la vía de la ampliación", sentenció utilizando las mismas palabras que solía emplear José María Aznar durante su etapa al frente del PP.
Que el partido permanezca unido
Rajoy adujo que esto es lo que quiere la "mayoría" de los militantes, lo que le llevó a restar importancia a la crisis interna que actualmente atraviesa el PP y a pedir que el partido permanezca "unido" en torno a los principios que ha defendido desde su refundación en 1989. "Estas cosas se producen habitualmente en los momentos previos a los congresos, sobre todo cuando no se ha conseguido el objetivo electoral y a partir de ahí cada uno puede pensar lo que estime oportuno y conveniente", puntualizó.
Rajoy defendió que el PP es "un partido tolerante" en sus planteamientos, en sus principios y en su forma de actuar. Como tal, explicó que "ser tolerante significa ser dialogante, entender a los demás pero significa también defender los principios y convicciones en los que uno cree". Esos principios, señaló, están "muy definidos" en el programa electoral con el que se presentó a las elecciones generales del 9 de marzo y tienen como "prioridad" la derrota de la banda terrorista ETA y la defensa de España como "nación" conformada en un estado autonómico.
Aguirre rechaza ser "la mala"
Por su parte, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha apoyado los cambios en el partido que está realizando Rajoy, pero ha rechazado el papel de "mala" que algunos le quieren adjudicar, porque "esto no es así".
De esta forma, advirtió de que hay algunos "adversarios" políticos que quieren dividir al PP y dar a sus dirigentes "carnés de buenos y malos", y ha destacado que, por supuesto, a ella le corresponde el de "mala".
Arístegui: el Congreso podría convertirse en un "cataclismo"
Mientras tanto, el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, ha avisado de que el Congreso Nacional podría fortalecer al partido o bien convertirse en el "detonante de una convulsión muy grave", y de que este rumbo está en manos de la dirección nacional.
A su juicio, ese "cataclismo" se produciría si no se contara con "todo el mundo relevante, con un equipo de incontestable calidad o con un consenso suficiente".