Rajoy calma a los 'barones' y aplaza a 2014 el cambio del modelo autonómico
"No tengo ningún pacto, ni extraño ni no extraño, ni cambio ningún cromo. Eso no es verdad". Con estas palabras desactivó Mariano Rajoy, al menos momentáneamente, el conato de motín que le estaban preparando sus barones regionales, escamados ante posibles tratos de favor en la financiación de Cataluña para frenar las derivas independentistas de Mas y de ERC.
"Cataluña es una comunidad más en la negociación", afirmó también Rajoy durante su intervención a puerta cerrada ante el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular, para coger por los cuernos el toro de la financiación autonómica, sobre el que dejó muy claras tres cuestiones básicas: que la reforma del modelo actual se hará en 2014 y estará ligada a la reforma tributaria; que ese cambio de modelo garantizará la "igualdad de todos los españoles" y la "solidaridad" entre las regiones; y que el Ejecutivo publicará las balanzas fiscales, es decir el saldo de lo que cada autonomía aporta y recibe del Estado, antes de finalizar el año.
Una cuestión, la de la financiación autonómica, que protagonizó el grueso de la reunión de la cúpula popular y en la que, además de Rajoy, intervinieron los presidentes de las comunidades de Aragón, Extremadura, Madrid, La Rioja, Baleares, Castilla y León, Murcia y Cataluña, para cerrar con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien subrayó que este tipo de cambios "hay que hacerlos no en épocas de crisis, sino de crecimiento económico".
Y es que la posibilidad de que el cambio del modelo exigiera al Gobierno aumentar los recursos que destina a las autonomías cuando la recaudación tributaria se comporta peor de lo estimado, es uno de los factores básicos que aconsejan a Montoro apurar al máximo los plazos para reformar un sistema que ellos mismos califican de "injusto, opaco y discriminatorio".
Bajar los impuestos
Y ese es también el argumento que aconseja no abrir el melón de la financiación hasta que no se presente la reforma financiera que Rajoy prometió para antes de final de marzo del próximo ejercicio. "Al presentar la reforma tributaria cuando se prevé crecimiento económico, llegar a acuerdos en un modelo de financiación será más sencillo" dijo también ayer la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, antes de recordar que "la reforma fiscal llevará aparejada una bajada de impuestos", que será "determinante" en la redistribución de las aportaciones del Estado a las administraciones territoriales.
María Dolores de Cospedal defendió la vigencia del documento sobre financiación que aprobaron los presidentes del partido en 2009 en San Millán de la Cogolla y reiteró que Rajoy quiere conseguir un modelo de financiación autonómica "de consenso, aprobado por unanimidad y que garantice a los españoles el acceso a las prestaciones de los servicios públicos en condiciones de igualdad en todas las comunidades autónomas", sin privilegios ni discriminaciones positivas para nadie.
La secretaria general justificó la publicación de las balanzas fiscales por razones de "transparencia", repitiendo las razones dadas por Montoro a los barones, aunque reconoció el rechazo de los presidentes de Castilla y León y Extremadura, Herrera y Monago esta decisión. Es un instrumento que puede crear "discordia" entre comunidades y abrir la guerra del 'tú más", argumentaron ambos dirigentes.