Política
Arenas y Álvarez Cascos admiten un descontrol en las donaciones del PP
Los exsecretarios generales del PP Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos han negado haber cobrado sobresueldos procedentes de una contabilidad B del partido si bien han admitido, según fuentes presentes en la declaración, la inexistencia de protocolo alguno respecto de las donaciones recibidas por la formación, cuyo control han atribuido de forma absoluta al tesorero. En silencio y escoltados por la Policía
Arenas, responsable de Política Autonómica y Local del PP y el secretario general del PP entre los años 1999 y 2003, y Álvarez Cascos, actual líder de Foro Asturias, también no han reconocido ante la Audiencia Nacional los apuntes de 'los papeles de Bárcenas' y además han negado que en Génova 13 haya habido movimientos de dinero B. El sustituto de Bárcenas: "Cobre 12.000 euros en B"
Horas ante Ruz
Álvarez-Cascos ha permanecido dos horas declarando ante el juez Ruz, que instruye esta causa como una pieza separada del 'caso Gürtel', y Arenas lo ha hecho posteriormente durante una hora y media. Según los abogados de la acusación presentes en sus comparecencias, la frase más repetida por ambos ha sido la de "no recuerdo" y ninguno ha negado el cobro de sueldos de forma tajante, sino utilizando fórmulas como "no tengo constancia" o que siempre han tributado por todo lo obtenido. La consigna: "Sólo debe salvarse Rajoy"
Sobre el control de las donaciones, las mismas fuentes señalan que no existía mecanismo alguno para hacer cumplir lo señalado en la Ley de Financiación de partidos políticos de 1985 o la de Régimen Electoral General, señalando que el competente para ello era el tesorero, y que nunca preguntaron si dicho control existía de algún modo.
Las dos normas señaladas obligaban a que los partidos políticos controlaran el importe de las donaciones anuales, que no se efectuaran por contratistas de la administración y que se registrara la identidad de los donantes anónimos. Los dos exsecretarios generales citados habrían reconocido que ese control nunca se llevó a cabo.
Cascos como tesorero
Álvarez Cascos ha reconocido que compatibilizó su puesto de secretario general con el de tesorero entre 1990 y 1993, tras ser inhabilitado Rosendo Naseiro. El juez Ruz no le ha dejado contestar a las preguntas que se le han formulado sobre lo que podría haber cobrado en su etapa como ministro, ya que dicha respuesta podría incriminarle y ha acudido como testigo, según esta fuente.
Por su parte, Arenas ha reconocido su presencia en la reunión de marzo de 2010 con Rajoy, Bárcenas y su esposa, aunque de ella sólo recuerda que se hablara de que el extesorero mantuviera su despacho en la sede de Génova y el coche del partido, sin recordar que se hablara del cobro de emolumentos.
Al no reconocer nada de lo apuntado en los denominados "papeles de Bárcenas", ni Álvarez-Cascos ni Arenas han admitido la existencia de entregas por parte de empresarios y tampoco ningún pago, como son los referidos a trajes para el actual presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy. A lo largo de su declaración, se ha permitido al líder de Foro Asturias que consultara unos documentos que había traído de fuera, entre los que se encontraban papeles sobre la contabilidad del PP remitida al Tribunal de Cuentas.
Los secretarios generales son los que más tiempo han permanecido ante el juez Ruz, pero antes han comparecido el cajero del partido Antonio Ortiz y el exgerente Critóbal Páez.
Insultados, en silencio y con protección
Arenas salió del tribunal poco después de las 17 horas y, tras saludar con la mano a la prensa, se volvió a subir en el mismo vehículo para irse". "Vas a acabar en Soto del Real", le ha gritado uno de los ciudadanos que se han concentrado todo el día ante la Audiencia Nacional con motivo de las citaciones del juez Ruz a dirigentes del PP de la última década. La guía del 'caso Bárcenas': todos los secretos
Antes, el líder de Foro Asturias abandonó la Audiencia Nacional sin hacer declaraciones a la prensa y protegido por la Policía, que le acompañó hasta el coche que le esperaba.