¿Qué hace Rajoy en vacaciones?

Después de la esperada comparecencia para explicar sus versión sobre el 'caso Bárcenas', Mariano Rajoy hizo sus maletas y se marchó hasta el Coto de Doñana para pasar unos días de descanso. El presidente del Gobierno no terminará allí sus vacaciones de verano. Después viajará hasta su tierra natal, Pontevedra, para disfrutar su tiempo de ocio en una casa rural de una pequeña aldea llamada Ribadumia. ¿Qué hará el presidente durante esas vacaciones?

Según la información publicada por El Confidencial Digital, no es la primera vez que Rajoy veranea en este pueblo gallego, las navidades pasadas visitó el lugar durante unos días por lo que los vecinos ya están acostumbrados a ver al jefe de gobierno por las calles de Ribadumia.

Los habitantes de esta localidad aseguran que Rajoy es un tipo muy familiar, que acude con su familia y amigos a comer a los restaurantes más conocidos del pueblo. También dicen que le gustan mucho los callos y que una vez antes de sentarse a comer en el restaurante 'O Tío Benito' se acercó a la barra para que le reservaran un plato de esta típica comida madrileña. A parte de esa pequeña debilidad, a Rajoy también le gusta comer la buena carne gallega y sus platos de cuchara y por eso también se acerca a otros de sus restaurantes favoritos como 'Rosita' y 'El Tropezón'.

La gente de Ribadumia le describe como una persona muy agradable y campechana, simpre acompañada de sus familiares y amigos. "Es muy normarl", aseguran. Sin embargo, también es reservado, a pesar de la cercanía del presidente con los vecinos del pueblo no se deja ver mucho.

La casa rural

Mariano Rajoy ha alquilado al presidente del club de fútbol de Ribadumia la casa rural en la que pasará su tiempo de descanso. Le cuesta 270 euros la noche y se encuentra en lo alto de un monte, en una zona apartada y alejada del movimiento. La casa es de dos plantas, tiene tres habitaciones y una piscina para poder combatir el calor, según el confidencial.

La presencia del presidente del Gobierno en Ribadumia no afecta directamente a su turismo. Este pueblo de unos 5.000 habitantes antes se sustentaba en la producción ganadera pero ahora mucha gente está desempleada. No es un sitio cercano a la costa y por ello no atrae turismo de playa. La oferta de casas rurales como a la que acude Rajoy o las visitas a sus bodegas son la única manera de que la gente se pase por esta acogedora aldea gallega.