Hoy, ni PP ni PSOE tienen "líderes claros", pero Aguirre, Aznar y Chacón son los favoritos
Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, los dos principales líderes del panorama político nacional, no logran arrancar el aplauso de sus respectivas parroquias alejándose de la valoración que les podría llevar a ser elegidos el mejor candidato para sus respectivos partidos. En el PSOE, Carme Chacón, con un 24,6% es la más valorada. En el PP, Aguirre y Aznar encabezan la lista con un 37 y un 16%. Rajoy y Rubalcaba apenas alcanzan un 8,5 y un 14% de los votos. El índice de absteción subiría 15 puntos.
Así se desprende del Barómetro de Verano de TNS Demoscopia, al preguntar quiénes serán los candidatos de PP y PSOE a la Presidencia de Gobierno en las próximas Elecciones Generales. La conclusión a este trabajo es que no existe hoy por hoy un líder electoral claro y consensuado en ninguna de las dos grandes formaciones políticas de ámbito estatal.
En el PSOE
En el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba solo aparece mencionado como "mejor candidato" por un 14% de los votantes socialistas. Esta cifra es superada por una trilogía configurada por Carme Chacón (24,6%), Eduardo Madina (22%) y Patxi López (21%) pero ningún líder político del PSOE supera el listón del 25% en las preferencias de quienes votaron al Partido Socialista en las pasadas Elecciones Generales, destaca Demoscopia.
En el PP
En el caso del PP -reconoce este barometro-, el actual presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, únicamente es citado por el 8,5% de los votantes del partido como su candidato ideal en los próximos comicios generales, a un nivel similar al obtenido por la Vicepresidenta Soraya Saenz de Santamaría (7,1%) y el ministro Alberto Ruiz Gallardon (8,4%). Todos ellos son superados por Esperanza Aguirre, preferida como candidato más idóneo por el 37% de los votantes del PP y seguida a continuación por un 16,2% que preferiría a José Mª Aznar como posible líder electoral.
La sombra de la abstención
Según este barómetro, si hoy se celebrasen unas elecciones generales asistiríamos a un notable incremento de la abstención y fuertes descensos en los votos de ambos partidos mayoritarios. El PP, no obstante, seguiría siendo el partido más votado, pero con un descenso de casi 15 puntos con respecto a los anteriores comicios (30% hoy, frente al 44,6% obtenido en 2011) aunque manteniéndose por encima del PSOE que pasaría a obtener un 25% de los votos frente al 28,7% de hace 2 años.
Todos los restantes partidos minoritarios se verían beneficiados por el descenso electoral de PP y PSOE, especialmente los de ámbito estatal IU, que obtendría un 15% de votos frente al 6,9% del 2011, e UPyD con un 10% actual frente al 4,7% anterior.
Por otra parte, el índice de abstención subiría más de 15 puntos, desde el 28% alcanzado en los comicios de 2011 a un 43% de personas que declaran que a día de hoy se abstendría en una eventual convocatoria electoral.
La desafección ciudadana
Según Jorge Clemente, Consejero Técnico de TNS Demoscopia, "la crisis en la imagen del sector político, detectada hace ya algunos meses, está generando una fuerte infravaloración de los principales partidos y de sus líderes así como un cierto distanciamiento por parte de la ciudadanía, un distanciamiento que podría tener consecuencias más allá del flujo de votos en unas eventuales elecciones generales."