Política

Pastor, la mano derecha del lehendakari: "No veo a Patxi López en la oposición"

    El lehendakari vasco conversa con José Antonio Pastor. <i>Foto: Archivo.</I>


    José Antonio Pastor (Ortuella, 1959) es la voz del socialismo en Euskadi. La sintonía del portavoz del PSE-EE con Patxi López es total: Pastor es la mano derecha del primer lehendakari no nacionalista de la Historia. Precisamente por ello, sus palabras tienen más valor a pocas semanas de la cita electoral del 21 de octubre: él es de los pocos capacitados para hablar del futuro de López si éste tiene que abandonar Lakua tras una derrota en las autonómicas. "No le veo cuatro años en la oposición, la verdad", desliza Pastor, que deja claro que los debates sobre si el destino de López tras los comicios es Madrid o Bruselas son prematuros: "Una cosa es que no fuera parlamentario, pero él es el presidente del partido", intenta zanjar.

    "En cualquier caso, nuestro objetivo es gobernar". Pastor no contempla aún la derrota, aunque es consciente de que la irrupción de Euskal Herria Bildu "lo cambia todo".

    La situación es muy diferente, analiza: por un lado "se votará después del primer gobierno vasco sin el PNV", en un momento en el que ha desaparecido "el terrorismo de ETA" y en un contexto de "crisis brutal". En el otro extremo, EH Bildu obligará a una "reubicación de fuerzas, a una simplificación hacia el Parlamento 'a cuatro' [grupos]".

    "Contamos con experimentar un cierto descenso, como les sucederá también al PNV, por ejemplo", prevé Pastor, antes de calificar la llegada de la izquierda abertzale radical como una "dificultad añadida".

    Yo pacto, tú pactas, él pacta

    Pastor establece una dicotomía a la hora de llegar a acuerdos con otras formaciones políticas. Respecto a temas como "el autogobierno, el país, debemos estar todos, pero otra cosa bien diferente son los pactos de gobernabilidad: veremos con quién es posible entenderse, pero no suscribiremos alianzas con EH Bildu, tal y como ya ha avanzado Patxi [López]", insiste.

    La razón que el PSE-EE esgrime para repudiar a los herederos de Batasuna es su deseo de "no pasar página". "Nos separan millas de distancia moral", explica Pastor, para quien la izquierda abertzale radical se afana en "intentar olvidar la parte dramática del conflicto vasco". "Aún tienen que pedir a la banda que se disuelva, asumir el daño hecho y, por su puesto, romper las cadenas que les unen a los presos: aún tienen un recorrido democrático por hacer, y no me refiero a pedir ese perdón cuasi ecunémico", avisa.

    El portavoz socialista, que no duda en tachar de su "habitual propaganda preelectoral" el último comunicado de ETA, admite que no están "incidiendo en que el fin del terrorismo se ha producido con un presidente y un lehendakari socialista por pudor, para evitar así el carroñerismo". "Nos lo dicen a veces los ciudadanos. Teníamos que haber enfatizado más. Sí, probablemente es así", reflexiona.

    La perspectiva de "seis o siete votos nacionalistas de cada diez" no "sería un paisaje político del agrado" de Pastor, que también levanta el dedo para señalar: "Tal y como está haciendo la CiU de Mas en Cataluña, los nacionalistas vascos quieren esconder la crisis bajo las banderas, amparándose en discusiones sobre el independentismo y el federalismo. ¿Dónde están las propuestas económicas de Urkullu?", cuestiona.

    La crisis, la "angustia"

    A su juicio, lo que "preocupa a la gente de verdad, la verdadera angustia, es la crisis, son los recortes". Pastor, quien asegura que el adelanto electoral no es un fracaso, recalca que la "hoja de servicios de este Ejecutivo es intachable".

    "Hipotecas, sanidad, juventud, empleo... Los problemas identitarios son legítimos, pero no urgentes", insiste este socialista, que enarbola "un modelo diferente al del PP y al PNV". "No decimos no a los ajustes, pero hay que combinar las estrategias: recortes sí, y en Euskadi hay mucho donde recortar, pero también un esfuerzo en los ingresos", sentencia.