Política

Griñán se atrinchera con afines de cara al 25-M y ahonda el cisma del PSOE-A

    Rubalcaba mantiene a Griñán para salvar el socialismo andaluz.


    La elaboración de listas socialistas cara a las elecciones autonómicas del 25-M era el siguiente hito en la descomposición del PSOE andaluz que se vislumbró con crudeza en el 38 Congreso celebrado hace diez días en Sevilla, con la vieja guardia afín a Manuel Chaves apostando por Alfredo Pérez Rubalcaba, y los seguidores del presidente José Antonio Griñán respaldando extraoficialmente a Carme Chacón.

    Y el augurio no podía ser más acertado, tras lo ocurrido en la aprobación de estas listas el pasado domingo a cuarenta días de los comicios. Más allá de la dimisión (que llevaba tiempo barruntándose dentro del partido) de José Antonio Viera como líder del poderoso PSOE de Sevilla tras denun- ciar presiones para aprobar la lista de esta zona, el resultado en las ocho provincias ha reflejado el ansia de poder de los partidarios de Griñán.

    La dirección federal y regional andaluza acordaron ayer el nombramiento de una gestora de tres miembros, en la que dos pertenecen claramente a cada facción: la alcaldesa de Lebrija, María José Fernández Muñoz, al de Griñán; y alcalde de la Rinconada, Francisco Javier Fernández de los Ríos, al de Viera y que negoció en su nombre con los griñanistas el pasado domingo. Ambos se sientan en el Comité Federal. El presidente de la gestora es el exportavoz del PSOE en el Parlamento, Manuel Gracia, un hombre de perfil plano sin significación reciente, aunque con una trayectoria de afinidad con Chaves.

    Poca integración

    La facción del actual presidente de la Junta ha acaparado la mayoría en Málaga, Almería, Córdoba, Huelva y Sevilla. En este último caso, sin embargo, los ocho primeros puestos (que son los que el PSOE cuenta con que se convertirán en diputados) se han repartido entre los dos sectores. El punto de ruptura entre Viera y la secretaria de Organización del PSOE andaluz, griñanista y miembro del partido en Sevilla, Susana Díaz, estuvo en quién ocuparía el puesto 7 y el 9 (que tendrá más difícil llegar al Parlamento regional), decantándose al final el séptimo lugar por un partidario afín a Griñán tras la presión ejercida por Díaz (que, hay que recordar, era una antigua colaboradora de confianza de Viera).

    Éste decidió entonces tirar la toalla, denunció presiones y ayer añadió que la lista aprobada no es legítima al haber dimitido él. La actitud de la facción pro-Griñán contrasta con la voluntad de mayor integración mostrada por los afines a Rubalcaba, al menos en Jaén, donde han quedado incluidos los consejeros de Economía y Presidencia en los puestos dos y tres, tras la rubalcabista y también consejera Micaela Navarro. En Cádiz, sin embargo, los afines a Chaves y Rubalcaba han acaparado todos los puestos, encabezados por el exconsejero Luis Pizarro, que dimitió en 2011.

    Entretanto, en Madrid reconocieron la preocupación por cómo transcurra la elaboración de las listas en Andalucía ante la que es "la prioridad de las prioridades" para el PSOE: mantener el Gobierno de la Junta andaluza -así como recuperar el de Asturias-. La dirección federal, por boca de su número dos Elena Valenciano, reclamó unidad en torno a la figura del nuevo secretario general. "Ahora estamos todos en otra y esa otra es que aquí todos somos de Rubalcaba". Valenciano aseguró además que Viera, que respaldó a Rubalcaba en el 38 Congreso, tomó la decisión de dimitir "él solito".