Bono: "Si Rajoy pierde, tal vez piense que en el cielo tendrá una cuarta oportunidad"
José Bono dejará en diciembre la Presidencia del Congreso de los Diputados orgulloso de haber avanzado en la "transparencia, ejemplaridad y cercanía" de la Cámara a los ciudadanos. Dice hasta luego. No adiós.
No será diputado, pero no le duelen prendas en reconocer que no se retira y que "hay mil planos en los que entrar". De ironía fina, Bono nunca da puntada sin hilo y reconoce que "la vida está llena de agradables momentos si se saben buscar".
P.- En su último discurso en el Congreso al despedirse del Grupo Socialista ironizó al asegurar que "los últimos serán los primeros"? ¿Qué opciones tiene Rubalcaba?
R.- A mis compañeros fue a los últimos a los que me dirigí, pero son los primeros a los que me debo. Fue una cortesía parlamentaria. Como en las bodas de Caná, el vino bueno se sirve el último. El PSOE es una organización centenaria que no derriban ni una crisis profunda, ni arribistas de coyuntura.
P.- ¿Cree que el PSOE ha salido reforzado de la Conferencia Política o que es difícil levantar el ánimo ante unas encuestas tan adversas?
R.- En la actualidad política se observa una suerte de pirotecnia de la derecha que juzgo preocupante. El 20-N se acabará la fiesta de las vanidades. Percibo más sonido que pólvora. La situación en España, como en otros países desarrollados, es de crisis y de transformación que se puede atender de manera comprometida, didáctica, como enarbola Rubalcaba, o electoralista. La conferencia ha sido el antídoto contra la resignación.
P.- ¿Por qué no asistió a una cita en la que estaban casi todos?
R.- Por los motivos, plenamente comprensibles, que conocen el candidato y el presidente del Gobierno.
P.- ¿Cómo ve las propuestas anunciadas? ¿Habrá más guiños a los votantes perdidos de aquí al 20-N?
R.- El PSOE no hace guiños. Plantea retos a la inteligencia, al compromiso, a las conquistas sociales... Retos contra la crisis. Propuestas de verdad. Rubalcaba es un tipo de fiar, sensato, sabe lo que se lleva entre manos y llama a las cosas por su nombre. No es ni un vendedor ambulante de baratijas, ni un declamador de buenas intenciones.
P.- ¿Comparte con Rubalcaba que "nos pasamos con la dosis de ahorro"? ¿Ve positiva para recuperar el voto de izquierdas la crítica a un Gobierno que fue el suyo hasta hace tres meses y a un presidente del que se distancia por momentos?
R.- Suelo coincidir con Rubalcaba en la mayoría de las cosas que cree y plantea y discrepo generalmente con muchas de las cosas "que le cuelgan" sin ser específicamente originales suyas. Y sí, criticar los errores propios me parece valiente y honesto, mientras que clonar estereotipos es menos apasionante. A mí hay cosas que en el contexto de hace 12 años propicié como presidente autonómico y hoy no haría. Hacer una competición sobre presente y pasado de Rajoy y Rubalcaba para dar puntos al primero es un ejercicio de filibusterismo político.
P.- En su presencia, el Rey aseguró que aún quedaban "bastantes, muchos" sacrificios...
R.- Mientras haya personas con ganas de trabajar y no encuentren empleo y mientras haya hipotecas que pagar y falta de recursos para saldarlas, habrá sacrificios. Mientras haya más gastos que ingresos tendremos un problema serio...
P.- Siempre ha hecho gala de que se siente de los suyos, pero tiene voz propia... ¿Cuál cree la decisión más errónea del Gobierno Zapatero? ¿Y de la candidatura Rubalcaba?
R.- Soy de los míos, pero necesariamente no me considero de los más estúpidos de los míos. Que sea la oposición la que juzgue nuestros errores. Concédame la autonomía de ser prudente.
De virtudes y defectos
P.- En una palabra, ¿cuál cree que es la mayor virtud y el mayor defecto de Rubalcaba? ¿Y de Rajoy?
R.- La mayor virtud de Rubalcaba es el alto grado de conocimiento de la Administración y a la par de las necesidades de la calle. Es un profesor muy aventajado. Los defectos los buscarán los rivales. De Rajoy su virtud es su paciencia. Si pierde, tal vez piense que en el cielo tendrá una cuarta oportunidad. Su defecto, el mismo: por mucho que llueva, nunca se moja, es sospechoso quien tras un diluvio se ve seco.
P.- Se retira de la política pero... ¿para siempre? ¿Seguro? ¿No saldrá al rescate del PSOE como uno de sus históricos si se repitiera en noviembre la debacle del 22-M?
R.- Me retiro de la Presidencia del Congreso. Tampoco repetiré como diputado, pero admitir que quien no es una de estas dos cosas está retirado de la política es ofensivo. Los próximos días asistiré a múltiples actos de partido por toda España.
P.- ¿Ve a Chacón candidata a la Presidencia del Gobierno en el futuro?
R.- El futuro empieza cada día. Hoy es el día de trabajar para que las propuestas se abran paso ante los eslóganes.
P.- ¿Echará de menos la Presidencia? Conociéndole, ¿será capaz de pasar a un segundo plano?
R.- Trato de ser feliz cada momento. Escuché hace unos días que hay 1.000 televisiones locales, imagínese si hay planos en los que entrar. Es más fácil encontrar el plano que pagarlo, buena parte de los postes televisivos son deficitarios y de mera complacencia propagandística.
P.- Si tuviera que elegir entre embajador de España ante el Vaticano y Defensor del Pueblo?
R.- Ni busco tómbola, ni pueblo en ferias.
P.- ¿Quién podría ocupar su sillón?
R.- Sé quién no debiera sentarse. Coincidimos PSOE y PP. Por eso, marcho tranquilo. Hay gente valiosa. En política, como en el fútbol, mandan los goleadores, no el árbitro...