Vicente de la Cruz: "El Gobierno quiere retirar el 50% de los escoltas cuando la tregua de ETA no es viable"
Políticos, empresarios o periodistas son sólo algunos de los perfiles amenazados por la banda terrorista ETA que disponen de escolta privada por decisión tanto del Ministerio del Interior como del Departamento de Interior vasco en el caso del País Vasco. La labor de un escolta no es sólo evitar que atenten contra su protegido: amenazas, extorsiones o acciones de violencia callejera son sólo algunos de sus cometidos.
Las consecuencias de un alto el fuego definitivo pondría en el abismo a este tipo de profesionales que defiende que su papel va más allá de evitar el asesinato. "ETA ha anunciado que dejará las acciones armadas, sí, pero no las extorsiones, las acciones de kale borroka y la petición del impuesto revolucionario", explica el presidente de la Asociación Española de Escoltas (ASES), Vicente de la Cruz, para quien "las garantías de seguridad no existen". "Hay una amenaza directa de ETA", matiza tajante.
Casi una semana después de que la banda anunciase la tregua, fuerzas políticas comparten la misma sensación: es una maniobra de los etarras. "La idea de que es un alto el fuego definitivo se diluye cuando vemos que el comunicado está condicionado a otros, a la respuesta del Gobierno y a la negociación. Es sumamente complicado", apunta De la Cruz.
Tregua trampa
Un anuncio más. Esa es la idea que comparten los grupos políticos y sociales que destacan que la "maniobra de ETA lo único que busca es tiempo para rearmarse" y sobre todo "para meter a su gente en la política".
Desde la Asociación de Escoltas en Activo del País Vasco (AEAPV) aseguran que el anuncio de ETA de "no llevar acciones armadas ofensivas" es una nueva "tregua trampa" que va "a facilitar la reorganización y financiación" de la banda.
Las mismas fuentes hacen hincapié en su preocupación "por las vías que el comunicado de ETA deja abiertas, en concreto, el llamamiento que la banda terrorista hace pidiendo a sus bases 'que se impliquen y continúen la lucha, cada cual en su propio ámbito, ofreciendo cada uno su nivel de compromiso, para que con la riada compuesta por las gotas de todos podamos derruir el muro de la negación y dar pasos irreversibles en el camino de la libertad'".
El número de escoltas que trabaja en España asciende a 5.500 y de ellos 3.800 desarrollan su actividad en el País Vasco y Navarra para dar seguridad de 1.492 personas amenazadas en dichas comunidades, según datos del Ministerio del Interior .
Vicente de la Cruz denuncia que el Gobierno tiene un plan claro: "Reducir al 50 por ciento la plantilla de los escoltas y eso no es viable. Hay protegidos que llegan a tener seis escoltas, pero la mayoría tiene dos y si le quitamos uno es imposible que el otro haga una cobertura real".
ETA y el IRA
Desde el Ejecutivo español, Francisco Caamaño, ha afirmado, que se seguirá aplicando con rigor la ley y que se abordarán "si fuese necesario modificaciones legislativas para asegurar a la democracia española que en los órganos de representación de los ciudadanos sólo habrá demócratas".
Tiempo es precisamente lo que parece que está buscando la banda para lograr meterse en las instituciones. "La anterior tregua fue utilizada para hacer seguimientos. La línea dura de ETA son unos fanáticos y tienden a la "grapotización" más que a la entrega de armas como hizo el IRA".
Proceso, el irlandés, que duró más de 12 años y que ha sufrido fuertes recaídas que han puesto en duda la viabilidad del proceso pacificador.
El Gobierno sigue lanzando el mismo mensaje que antes del comunicado etarra:"Nuestra intención es que aquellos que no condenen claramente la violencia y no abandonen esa forma de actuar en democracia tampoco estén en los órganos democráticos" pero lo cierto es que parece que nadie, o sólo unos escépticos, creen en que ETA pueda abandonar definitivamente las armas y el número de asesinados por ETA, 952 personas, haya llegado al "game over".