Ramondin incrementa su plantilla un 16% en los últimos tres años

  • Casi el 90% del negocio de este fabricante de de cápsulas para botellas es exterior
  • En el periodo 2010-2015 ejecutan inversiones de 17 millones de euros.
  • Empresa familiar en 5ª generación
José Miguel Munilla, director general de Ramondin


'En tres años hemos incorporado a 60 personas en nuestra sede de Laguardia (Álava), la mitad han sido en 2012. Esto nos coloca en un nivel de empleo superior al del inicio de la crisis'. Tras estas palabras se encuentra José Miguel Munilla, director general de Ramondin, un grupo que se encuentra entre los líderes mundiales de fabricación de cápsulas para botellas de vino, licores y espumosos, con 123 años de historia.

Estas cifras suponen han crecido en empleo en Álava en un 16,6 por ciento. En estos momentos en Laguardia cuentan con un equipo humano de 360 personas; a lo que hay que sumar los cerca de 100 trabajadores de su planta francesa (Tosee) y otras 50 personas en la de Argentina (Maipú). Lo que en conjunto nos coloca ante un grupo de unos 510 trabajadores.

Para llegar hasta aquí Ramondin también ha pasado años duros. Entre 2007-2009 tuvieron que poner en marcha medidas de ajustes que lograron pactar con los sindicatos. 'Han sido años duros, pero muy apasionantes. Ésta es una empresa fuera de lo común, tanto desde la apuesta que hace el consejo de administración, como del comité de empresa que ha sabido llegar a acuerdos cuando ha hecho falta'.

Invertir y exportar

Los años difíciles no impidieron que Ramondin apostará invertir y desarrollar nuevos productos de mayor valor añadido. Así en 2010 pusieron en marcha un ambicioso plan de inversiones, de 17 millones con el horizonte 2015.

Estas inversiones han servido, entre otras cuestiones, para desarrollar una nueva tapa de rosca y modernizar su estructura y equipos productivos.

Otro elemento distintivo de Ramondin es su internacionalización. Su apertura al exterior se produjo en la década de los años 80, 'para crecer y para no depender sólo de un mercado', indica Munilla. Las fábricas en Francia (1985) y Argentina (1999) responden a la necesidad de superar barreras arancelarias y también para estar cerca de los clientes de las zonas vinícolas. Hoy día Ramondin obtiene el 80 por ciento de su negocio por exportación directa, tasa que se eleva hasta casi el 90 por ciento por la vía del negocio exterior de sus clientes.

Empresa familiar en 5ª generación

Ramondin nació en 1890 de la mano de Frederic Dehillotte Ramondin en Ibarra (Gipuzkoa). En 1972 se trasladó a Logroño y en 1999 se asentó en Laguardia (Álava). Se mantiene como empresa familiar, que ahora se encuentra en la cuarta y quinta generación. Su capital se vio reforzado en 2011 con la entrada del fondo de capital riesgo Ezten, con el 20 por ciento del capital. Desde hace más de medio siglo la gestión está totalmente profesionalizada. El compromiso de sus accionistas quedó patente en 2010, con una ampliación de capital de 7 millones para reforzar sus recursos propios y respaldar su plan de negocio.

Becas laborales para retener a los jóvenes aquí

José Miguel Munilla lidera, junto con la Cámara de Comercio de Álava, una iniciativa que trata de evitar la pérdida de talento que supone que los jóvenes licenciados se vean obligados a buscar trabajo en otros países ante la falta de perspectivas en el mercado nacional.

De ahí que Ramondín ha creado las becas 'Ramondín Apuesta', por el cual cuatro jóvenes menores de 25 años, sin experiencia laboral, podrán realizar prácticas remuneradas, en una empresa que se suele caracterizar por tratara de dar estabilidad a sus trabajadores.

'Fue una idea personal. Surgió después de entrar en unas jornadas, me puse a comentar con un colega de otra empresa la inquietud que nos causaba que la gente joven que nos ha costado tanto formar se tengan que marchar ahora al no encontrar trabajo aquí'. Munilla siguió dando vueltas al asunto y presentó una propuesta en tal sentido al Consejo de Administración de la compañía que la acogió muy favorablemente y la aprobó, ya que 'son momentos en que todos tenemos que poner nuestro granito de arena para cambiar la situación'.

Así que trató el asunto con la Cámara de Comercio de Álava, en la que también existía esa misma preocupación y se pusieron a trabajar conjuntamente en el desarrollo de una iniciativa que paliase esa situación. Así nacieron las becas 'Ramondín Aporta', la selección de los jóvenes la realizará la Cámara de Álava para darle la máxima transparencia al proceso. Los seleccionados para las becas, que durarán de entre 9 y 12 meses, recibirán un sueldo de unos 15.000 euros y dispondrán de un tutor que ayudará a completar su formación.

Munilla es consciente de que Ramondín es una empresa señera en Álava y espera que esta iniciativa 'ayude a que otras empresas se planteen proyectos similares'.