Opinión

La relevancia del crédito 'revolving' en el consumo de las familias españolas

  • Revista de Buen Gobierno, Iuris & Lex y RSC
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Íñigo Fernández de Mesa /Presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE) /Vicepresidente de CEOE

El progreso en una economía de mercado se fundamenta, en gran parte, en la amplitud y profundidad que presenten los mercados como mecanismos eficientes del proceso de asignación de bienes y servicios.

Los mercados financieros y, en particular, los mercados de crédito, como actividades de intermediación entre el ahorro y la inversión, son esenciales en la asignación de capital, la estabilidad económica, la gestión de los riesgos y la financiación del consumo y de la inversión, ampliando el alcance que pueden tener estos componentes de la demanda sobre la productividad y, por tanto, sobre la competitividad de la economía.

"El papel relevante que tiene el crédito al consumo sobre la economía está vinculado con la mejora del bienestar"

En particular, el papel relevante que tiene el crédito al consumo sobre la economía está vinculado con la mejora del bienestar que se produce a partir de la posibilidad que confiere el acceso al crédito como mecanismo de distribución de este componente del gasto de manera más homogénea a lo largo del ciclo vital de las familias, quienes pueden apalancarse en los momentos de menores ingresos para poder optar, inmediatamente, a un conjunto de consumo superior y, a su vez, ahorrar o desendeudarse en aquellos momentos en los que disfrutan de mayores rentas.

"Los efectos sobre las empresas de esta mayor demanda son, de igual forma, muy relevantes desde el punto de vista económico"

La disponibilidad de liquidez suficiente en un momento determinado no solo implica la mejora de acceso a aquellos bienes que incorporan un mayor valor añadido y que suponen un gasto mayor para las familias, como son los bienes de consumo duradero como vehículos, electrodomésticos o mobiliario, entre otros, sino que también el acceso a la financiación permite el poder cubrir determinadas contingencias por parte de las familias y que impliquen un desajuste temporal entre sus ingresos y gastos en un periodo determinado.

Los efectos sobre las empresas de esta mayor demanda son, de igual forma, muy relevantes desde el punto de vista económico al poder hacer frente a una demanda efectiva potencial superior, en un plazo determinado, lo que implica mayores recursos para las mismas, con el consecuente impacto sobre la inversión y el empleo.

Sin duda alguna, un funcionamiento eficiente de los mercados de crédito tiene una implicación muy positiva sobre el consumo de las familias y el crecimiento económico, pero también sobre el bienestar social al ser especialmente positivos los efectos descritos sobre los hogares con menores niveles de renta.

"Es de crucial importancia que el mercado de crédito al consumo funcione de forma eficiente y ágil"

Las entidades financieras cumplen una valiosa misión, en este sentido, al actuar como intermediarios entre los agentes oferentes y los demandantes de crédito, asumiendo todo el riesgo que entraña el proceso y están sometidas a unas exigentes condiciones que marca la competencia y la regulación.

Estas entidades son aquellas que generan los mecanismos adecuados para que cualquier instrumento de crédito permita un acceso ágil y eficiente a los suficientes recursos financieros, al menor coste posible y con unos plazos óptimos para su contratación por parte de otros agentes económicos. Por todo ello es de crucial importancia que el mercado de crédito al consumo funcione de forma eficiente y ágil.

Según el Banco de España, el importe de las nuevas operaciones en crédito al consumo de las familias procedentes de entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito totalizó, en 2023, aproximadamente 44.300 millones de euros, esto es, el 3% del PIB de dicho periodo, cuantía que se eleva hasta el 12% cuando se considera el importe de los saldos vivos.

"Sus características fundamentales son similares a los de una línea de crédito mediante la cual se pueden efectuar disposiciones de dinero hasta un límite autorizado"

La evolución reciente del crédito al consumo, durante los últimos años en España, se ha visto menos afectada por el endurecimiento de la política monetaria, mostrando tasas anuales positivas de crecimiento cercanas al 7% en el primer semestre de 2024, superiores a las del conjunto de la UEM, y que estarían determinadas por el componente de financiación de bienes de consumo duradero. Este aumento se explica, fundamentalmente, por un mayor número de prestatarios, más que por el aumento del importe medio de las operaciones.

Pues bien, dentro de estos instrumentos específicos de financiación del consumo destaca, por su relevancia desde el punto de vista de su implantación y uso, el crédito revolving.

El crédito revolving, o crédito renovable, es una figura que empezó a desarrollarse desde finales de los años noventa englobándose dentro de los contratos de crédito de duración indefinida, y normalmente se articula a través de una tarjeta de crédito.

"Tiene, como principales ventajas para el consumidor, su gran flexibilidad a la disponibilidad inmediata de recursos financieros y amortización de la deuda"

Sus características fundamentales son similares a los de una línea de crédito mediante la cual se pueden efectuar disposiciones de dinero hasta un límite autorizado, que no suele ser muy elevado, y ajustado al perfil de riesgo del titular, y que se va restituyendo con cada mensualidad pagada, de modo que este tiene una reserva de dinero a su disposición para la adquisición de algún otro producto sin la necesidad de contratar un nuevo crédito.

El plazo depende de la forma de pago de la tarjeta, que puede ser modificado según las necesidades del cliente, desde una cuota mínima hasta el 100% de la deuda pendiente. Estas operaciones suponen, prácticamente, el 30% del total de las nuevas operaciones de crédito de consumo, que se realizan, en su mayor parte, a través de 42 millones de tarjetas de crédito en circulación.

"Estas circunstancias podrían ocasionar problemas de selección adversa, sobrendeudamiento y riesgo sistémico"

Este tipo de instrumento financiero de crédito tiene, como principales ventajas para el consumidor, su gran flexibilidad a la disponibilidad inmediata de recursos financieros y amortización de la deuda, lo que amplifica, significativamente, los beneficios que se han referido sobre el crédito al consumo general en la economía, destacando, especialmente, la facilidad de acceso a compras de bienes que, de otra forma, no se realizarían.

Ahora bien, en cualquier mercado de crédito pueden presentarse determinadas distorsiones e ineficiencias asociadas a fenómenos vinculados con las asimetrías de información y ciertas externalidades vinculadas al diferente grado de información relevante y conocimiento que poseen acreedores y prestamistas conforme al grado de solvencia, riesgo de crédito o idoneidad del instrumento de crédito para la financiación de determinados gastos.

Estas circunstancias podrían ocasionar problemas de selección adversa, sobrendeudamiento y riesgo sistémico con consecuencias negativas en términos de restricciones de crédito para unos sectores o agentes en particular, o bien un aumento de los costes financieros para el conjunto de la economía. Estos se hacen más evidentes en el caso del crédito al consumo de las familias cuando aumentan, sensiblemente, los tipos de interés o se producen disminuciones sustanciales de la renta disponible de estos agentes.

"Una mayor intervención sobre el mercado genera distorsiones que suponen una elevación de costes superior a los que propician los propios fallos del mercado"

La solución a estos fallos de mercado, en el caso del crédito revolving, se ha afrontado, tradicionalmente, mediante la introducción de regulaciones que, en la mayoría de ocasiones, se destinan a asegurar la provisión, por parte del prestamista, de la suficiente información y transparencia sobre el instrumento de crédito solicitado, sus condiciones particulares y el detalle del uso e implicaciones particulares que tiene este específico mecanismo de crédito para que el adherente pudiera conocer, con sencillez, la carga económica que realmente le supone el contrato celebrado; esto es, el sacrificio patrimonial realizado a cambio de la prestación económica que quiere obtener.

Estas obligaciones, que deben cumplir los prestamistas, se producen en el momento previo a la contratación, en el momento de realizarse esta y durante toda la vigencia del contrato.

El problema de la regulación, como mecanismo para corregir los fallos de mercado y que se dirige, exclusivamente, a mejorar la protección de los consumidores como solicitantes de crédito, es que, en numerosas ocasiones, una mayor intervención sobre el mercado genera distorsiones que suponen una elevación de los costes superior a los que propician los propios fallos del mercado que se pretenden subsanar, lo que termina alejando el resultado económico que se produce vía mercado aún más de su óptimo social.

"El desarrollo reciente y la aplicación de la normativa de transparencia sobre el crédito revolving se encuentran amenazados por criterios y exigencias que se derivan de la litigiosidad"

En este sentido, se ha de destacar que tanto las entidades de crédito como los establecimientos financieros de crédito están internalizando el coste económico de esta regulación y proveen distintos instrumentos como protocolos de transparencia, guías, consejos, recomendaciones y alertas para incrementar el nivel de información que recibe el usuario de modo que éste, previo a la contratación, pueda tomar una decisión libre, consciente e informada sobre este tipo de instrumentos de crédito, que, en su gran mayoría, tienen una enorme aceptación y adecuada utilización por parte de los usuarios.

No obstante, el desarrollo reciente y la aplicación de la normativa de transparencia sobre el crédito revolving se encuentran amenazados por criterios y exigencias que se derivan de la litigiosidad entre las partes y de resoluciones que terminan por introducir una cierta inseguridad jurídica en cuanto a que los nuevos requerimientos para mejorar esta transparencia se están exigiendo a contratos formalizados con carácter previo, aplicando, retroactivamente, dichas normativas.

"En el caso del crédito revolving, el impacto total de la financiación concedida por las entidades de crédito al consumo podría haber superado el 1,2% sobre el PIB nacional en 2023"

Esto es especialmente negativo para el desarrollo, no solo de la industria de financiación del consumo a través de este tipo de instrumentos de crédito, sino también de la propia distribución comercial que aplican distintas ventajas comerciales a la utilización de estos medios de pago y, en general, para el volumen de transacciones de compras de bienes y contratación de servicios que se realizan en la economía mediante tarjetas de crédito y donde la digitalización adquiere un mayor protagonismo.

Se ha de destacar que, a través de la actividad de las entidades financieras reguladas, el crédito contribuye, significativamente, al aumento del consumo de todo tipo de bienes y servicios en España y, por tanto, al crecimiento económico. En el caso del crédito revolving, el impacto total de la financiación concedida por las entidades de crédito al consumo podría haber superado el 1,2% sobre el PIB nacional en 2023.

De forma complementaria, debería ponderarse, de igual forma, estas exigencias de información por el grado de comprensión o conocimiento medio del consumidor, en cuanto a que lo relevante es que el usuario disponga de suficiente información adaptada al conocimiento medio del consumidor, y esto requiere de una mejora de la educación financiera de estos que permita no solo una compresión de lo que se firma, sino también un adecuado uso del instrumento de crédito que se contrata, cuestión que requiere de acciones que van más allá del cumplimiento normativo por parte de este tipo de instituciones financieras.

En un contexto coyuntural como el actual, en donde destacan unos niveles de consumo per cápita aún inferiores a los que se registraban en el periodo prepandemia, es imprescindible contar con todos los mecanismo e instrumentos de financiación que alienten el consumo de las familias, y en particular, de aquellos bienes y servicios que incorporan mayor valor añadido y que permiten el desarrollo de una economía más competitiva y la mejora del bienestar social.