Quiosco internacional: La Eurozona y la espiral imparable del 'rating'
FINANCIAL TIMES (REINO UNIDO)
Al final de una semana transitoriamente eufórica, se impuso la rebaja de rating a nueve países de la Eurozona. No fue una sorpresa. La bajada de la nota gala era una noticia anunciada. Al igual que el fracaso de las negociaciones entre los inversores privados y el Gobierno griego sobre la participación voluntaria en una rebaja de la deuda. Ambos sucesos son importantes: nos muestran el mecanismo que probablemente funcione en el desarrollo de los acontecimientos de este año. La Eurozona ha caído en una espiral de degradaciones, de descensos en el PIB, de alza de la deuda y de más recortes en las calificaciones. Acaba de iniciarse una recesión. Posiblemente Grecia no pague muchas de sus deudas y puede que incluso tenga que salir de la Eurozona. Cuando esto ocurra, la atención se centrará en Portugal y así comenzará la siguiente ronda contagiosa de rebajas en las calificaciones. Al degradar a Francia y Austria pero no a Alemania y Países Bajos, S&P además ha logrado generar expectativas de una posible ruptura. La disparidad de nota entre Francia y Alemania hará que la relación sea aún más desequilibrada. El comentario de Angela Merkel de que la UE ahora debe concluir rápidamente el tratado fiscal es el ejemplo típico de la desconexión. Independientemente de lo que ocurra, la disciplina fiscal es su respuesta. Una que no reconoce la función primordial del sector privado en los desequilibrios internos de la zona euro. La conclusión del tratado fiscal, que es ahora mismo la principal prioridad de la política de la UE, es en el mejor de los casos una distracción irrelevante. Lo más probable es que intensifique la tendencia hacia una austeridad cíclica.