Opinión

Editorial: Unos sindicatos obsoletos



    La patronal ha abierto la puerta de las empresas a los sindicatos. La pasada semana CEOE planteó la participación sindical en unos consejos consultivos igual que en Alemania.

    Al margen de que haya lógicas reticencias a esto porque los dueños de la compañía deben ser capaces de tomar las decisiones que estimen, la falta de cualificación empresarial de los delegados sindicales dificultaría mucho la implantación de tal modelo. Los sindicatos deben reformularse.

    Una necesidad que al menos Comisiones Obreras sí que ha detectado, pues ha iniciado un proceso de renovación interna. Su apoyo al Gobierno socialista le ha pasado factura y su secretario general, Fernández Toxo, tiene en juego su reelección.

    Los trabajadores ya no ven necesario afiliarse y esto se debe a que los sindicatos no se han adaptado a la nueva realidad. Siguen defendiendo su statu quo. Deben decir adiós a los tablones sindicales; usar el mail; aceptar que no son necesarias tantas horas sindicales; pasar de impartir cursos formativos a tan sólo supervisarlos; y por supuesto suprimir su dependencia de las subvenciones. El mejor ejemplo lo tienen en los propios trabajadores.

    Muchos prefieren ya rebajarse el salario a perder su empleo. A partir de ahora no será una victoria conseguir un convenio colectivo que haga menos competitiva a la empresa. El problema es que no sabemos si estas reflexiones tienen el calado suficiente cuando CCOO además se plantea organizar una plataforma ciudadana para atraer al 15-M. Va a tener muy difícil casar el populismo con la responsabilidad.