Opinión

La copresidencia es dañina para el Deutsche Bank



    FINANCIAL TIMES (GRAN BRETAÑA)

    Tener dos presidentes ejecutivos puede suponer conflicto e inercia. La experiencia del pasado no resulta alentadora. Cuando Credit Suisse puso a John Mack y Oswald Grübel juntos en 2002, el acuerdo duró menos de dos años.

    Puede que la decisión de Ackermann de permanecer como presidente en Deutsche Bank tampoco sea de ayuda, ya que le puede resultar difícil resistir la tentación de mirar por encima de los hombros de sus sucesores.

    Que este delicado acuerdo pueda llegar a funcionar depende fundamentalmente de los ejecutivos en cuestión.

    Lo mejor que puede decirse es que es claramente temporal, dado que Fitschen tiene 62 años y el límite de edad de los directores es de 65. Pero cuando termine, Deutsche Bank aún tendrá que responder a la misma pregunta.