Las petroleras son ya un rival de peso de las eléctricas por ganar exposición en renovables. De hecho gigantes del crudo como Shell y Eni anuncian millonarias inversiones en este ámbito. Total y Repsol han ido un paso más allá y han adquirido sendas firmas eléctricas con las que potenciar dichas inversiones. La diversificación de las petroleras responde a un futuro en el que el rol de los combustibles fósiles será más limitado. Las eléctricas tradicionales, por su parte, también son conscientes de esta situación y fomentan un mix cada vez más verde. Los movimientos de unas y otras son, por tanto, adecuadas. Además, gozan del beneplácito del mercado que premia la sostenibilidad energética. El inversor debe tener presente este factor al decidir sus apuestas en bolsa.