José María Álvarez-Pallete no lo ha tenido fácil en sus primeros 100 días liderando Telefónica. Casi de inmediato, la Comisión cerró la puerta a la venta de la filial británica O2 a Hutchison. Poco después, el Brexit anuló la salida a bolsa de la compañía de infraestructuras Telxius. Dos duros golpes para una empresa que necesita rebajar su deuda de más de 50.000 millones. Lejos de lamentarse, la operadora ha aprovechado la primera oportunidad que ha tenido para reactivar los planes de que O2 y Telxius coticen. Ambas operaciones tienen potencial para lograr una nutrida inyección financiera, que sirva para tranquilizar a los inversores. El momento también es el adecuado, con la incipiente recuperación de los mercados tras el golpe del Brexit.