El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) ha dado lugar a la mayor zona del libre comercio del mundo, en la que se integran doce países de Asia, Oceanía y América. Entre estos últimos, se encuentra EEUU, cuyo presidente Barack Obama, se ha volcado en lograr el acuerdo. Con el TPP, Obama culmina su estrategia de giro al Pacífico en detrimento de Oriente Próximo y Europa. De hecho, el entusiasmo de la Casa Blanca por cerrar un tratado semejante con la UE es bastante más tibio. Con todo, pese al peso de las tácticas puramente políticas, el TPP puede servir para impulsar la liberalización del comercio mundial, y superar el estancamiento que ese proceso sufre desde la parálisis de las Rondas Doha y de la institución misma, la OMC, que las impulsaba.