La inflación vuelve al terreno positivo tras 11 meses por debajo de cero, según el cálculo adelantado del IPC de junio que lleva a cabo el INE. Se termina así casi un año anómalo en el que los bajos precios de la energía alimentaban una caída de los precios que ni siquiera el despertar económico español lograba compensar; lo que provocó que el IPC alcanzara en nuestro país cotas inferiores al resto de la Unión. Se aleja, de este modo el fantasma de la deflación y comienza a manifestarse el repunte del consumo de un país que crece ya más de un 3 por ciento. Con todo, el ascenso de junio ha sido ínfimo (una décima) y los expertos aún esperan tasas muy moderadas en lo que queda de año, lo que demuestra que el despertar de la demanda interna aún será lento.