El muy diferente devenir que EEUU y la UE han tenido en 2014 se refleja en la dispar evolución que sus respectivas bolsas mostrarán en 2015. Al otro lado del Atlántico es donde el inversor en renta variable encontrará las perspectivas más sólidas de beneficios, ayudadas por el alza del dólar. Es lo que cabe esperar del país que constituye el único foco de crecimiento del PIB mundial y cuya política monetaria está definida, como mínimo, hasta abril. En la UE, en cambio, el inversor puede hallar más beneficios, pero asumiendo el riesgo que implica un área que flirtea aún con una recesión deflacionista. España cuenta con las mejores previsiones de crecimiento, y el Ibex puede llegar a los 12.000 puntos, pero la inestabilidad griega y rusa pueden alterar el panorama.