E sta semana, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha sorprendido a propios y extraños con el mantenimiento de las políticas expansivas de la masa monetaria. Está incluso, a favor de seguir bajando los tipos de interés en la Unión Europea con el objetivo de "apuntalar la recuperación, que ya está en marcha". La medida es" distinta a la adoptada por la Fed", ya que Draghi considera que Bernanke se equivoca en los tiempos a la hora de drenar dinero del mercado. En Europa llevamos años con los tipos de interés históricamente bajos. Nunca jamás en la historia había sido tan barato tomar prestado dinero por parte del BCE en la Unión Europea. En el caso específico de España, además tenemos, por ejemplo, el tipo de interés hipotecario más bajo de las últimas décadas. Y, si esto es así: ¿por qué en España no fluye el crédito? Porque en España aún no hemos llegado al punto de desendeudamiento necesario para que el crédito vuelva a fluir. La reforma financiera no ha dado resultados tangibles en la economía real, ni los dará en el corto plazo -12 meses- porque aún y aunque parezca increíble, todavía no se ha dotado todo lo que se tenía que dotar. Se siguen debiendo miles de millones de euros a los bancos acreedores extranjeros, y el poco dinero que queda, lo están utilizando los bancos para acudir a las subastas del tesoro. Llevamos casi seis años de efecto "expulsión" de las empresas y familias de la economía real del crédito. Los bancos aún necesitan unos 15.000 millones adicionales -según las previsiones más optimistas-, y en algún momento, alguien se tendrá que plantear en serio en lanzar el mensaje de la competencia permitiendo a alguna entidad financiera extranjera comprar alguna caja quebrada, por ejemplo CataluñaBank. Hasta que los bancos no hagan sus deberes, hasta que los pisos no bajen de precio -un 30 por ciento adicional- y hasta que no lancen señales claras al mercado de competitividad, dará igual que el BCE ponga el dinero a 0,7 por ciento, 0,5 por ciento o 0 por ciento, en España seguirán quebrando empresas (pymes), una verdadera tragedia, seguiremos sin ver creación de empleo, y nos mantendremos en esta situación de agonía que empieza a ser una desesperación.