El Gobierno cerró ayer el vacío legal en que habían vivido las Cámaras desde 2010 cuando se suprimió la cuota cameral y solucionó los problemas de financiación de algunas de ellas. El ICO abrirá una línea de 100 millones en condiciones de mercado para paliar la falta de liquidez. Una medida temporal, en tanto las cámaras transitan hacia una mayor estabilidad financiera. Merece la pena el esfuerzo de mantener estas instituciones tan pegadas al tejido empresarial. En estos momentos, la amplia red cameral puede ser utilizada como un vehículo para fomentar la competitividad, que ayude a la exportación de las pymes. La aportación voluntaria de las empresas aumentará en proporción a la eficacia que demuestren las Cámaras en esta nueva etapa.