E l Banco de España nos ha sorprendido ésta semana con algo que ya sabíamos: España va camino de no cumplir el objetivo de déficit para el ejercicio en curso. Era evidente que ni el 5,4 por ciento ni el 6,3 por ciento conseguido de la Unión tras explicar que los datos del 2011 eran literalmente falsos. Dos son las razones: por un lado que el año 2011, el déficit final fue de un increíble 9,2 por ciento del PIB, la segunda tiene que ver con el desplome de los ingresos vía impuestos que está sufriendo el Estado. Con un desempleo alarmante -normal en el medio de la segunda recesión económica en menos de tres años-, se ha desplomado el consumo por la falta de confianza. El consumo es el motor de la economía española. A la caída del consumo se le une el paro y lo fundamental, la falta de crédito. Ya vamos por la quinta reforma financiera, y el crédito no solo no fluye, sino que va a fluir menos. Y en esta situación, el ministro de Economía, Luis de Guindos, asegura que la solución está en el banco malo que, en realidad es bueno, porque conseguirá poner en el mercado miles de pisos baratos, e incluso dinero para comprarlos. Tal cual. De momento, los activos del banco malo serán saneados con dinero que proviene de la famosa línea de crédito para la banca, cuyo avalista final es el Estado. Con el dinero que los bancos recibirán, sanearán sus balances y devolverán las deudas que tienen contraídas con sus prestamistas -también bancos- en el mundo. Es decir, que el dinero no llegará hasta dentro de muchos meses, y con la actual situación macroeconómica parece complicado que los españoles se lancen en masa a comprar viviendas, no así los rusos y los chinos, la aparente solución del Ejecutivo. En todo caso, el Banco de España cree que el 2013 será peor de lo que estima el Gobierno, con una previsión de crecimiento negativo abultado, de más paro y que habrá que hacer más ajustes para intentar controlar el déficit público. Es más, para Linde, la afirmación del BCE de disposición a comprar deuda soberana una vez solicitado por el país, nos está sirviendo para "ganar tiempo" y poco más. Pues ahí estamos, ganando tiempo mientras los problemas crecen.