El mundo se divide cada vez más entre ricos y pobres. Pobres, los afectados por los sellos, que han perdido buena parte de su patrimonio. Lo peor es que ahora comprueban que el Gobierno se vanagloria de la intervención de Fórum y Afinsa en un documento de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, en el que se da a entender que el motivo fue sacudirse la fama de corrupción que han tenido otros gobiernos socialistas y culpar de ello al PP. Ahora se entienden aquellas acusaciones extemporáneas del vicepresidente segundo, Pedro Solbes, al anterior Gobierno por no haber regulado adecuadamente el asunto. Lo raro es que Solbes, lejos de corregir el error, haya perseverado en él.Y digo esto porque Solbes sigue defendiendo que Fórum y Afinsa son sociedades mercantiles, al igual que lo hizo la anterior administración, pese a que la intervención se produjo porque una inspectora de Hacienda, María Teresa Yabar, creyó que actuaban como entidades financieras de manera encubierta.Irracional e imprudente la actuación de Solbes. Parece que la investigación sobre estas dos sociedades había ya ofrecido resultados en su contra durante la etapa del anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero, en vez de alentar su intervención, el ex ministro pidió que se investigara más a fondo dada la envergadura del caso. Una actuación prudente.El tema ha tomado un rumbo escabroso en los últimos días, porque el cerebro de toda la operación, quien estaba al tanto de cada paso o de cada papel que se movía en Hacienda era el presidente de la Agencia Tributaria y ya ex secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO). El mismo que viste y calza será nombrado mañana gobernador del Banco de España por ordeno y mando de Solbes. ¿Es un premio por los servicios prestados o una casualidad? Quien lo sabe. El asunto es que todo esto es un escándalo y aquí nadie mueve un dedo.