La EBA exigirá mayores necesidades de capital a los bancos alemanes por su exposición soberana. ¿Por fin se ha dado cuenta de que se plegó demasiado a Berlín y París cuando es evidente que los galos sufren para financiarse a corto y que los germanos fueron los que prestaron sus excesos de ahorro a la periferia? Esta obsesión con elevar los niveles de capital justo en la actual coyuntura tan sólo agudiza los problemas, pues ¿cómo van a lograr los fondos con los mercados cerrados a cal y canto? Y además no va a contribuir a despejar las dudas sobre pérdidas potenciales de las entidades, pues se trata ya de un problema de falta de liquidez para todos. Por eso, es necesario recobrar la credibilidad, justo lo que la EBA no ha logrado. Y encima ahora los germanos la critican después de haberla mangoneado...