Alemania baraja la creación de un FMI. Se llamaría Fondo Europeo de Estabilidad, Crecimiento e Inversión; sustituiría al actual mecanismo de rescate; sería independiente; concedería préstamos; compraría bonos de forma ilimitada y supervisaría planes de estabilidad y reformas. Puede responder a las exigencias de China, que anunció que compraría bonos de la UE siempre que Berlín asegure la disciplina. Además, libraría al BCE de la presión de intervenir. Tras tantas dilaciones de Alemania, la idea tiene el mérito de reconocer por fin que hay que defender el euro y que el problema es la falta de competitividad, pues el Fondo lo vigilaría. Pero queda la duda de si puede eliminar las quitas a los acreedores privados, lo que depararía aún mayores sacrificios para los Estados.