Ayer, la ministra de Vivienda, Carmen Chacón dio algunas pinceladas de lo que va a suponer el próximo plan de acceso a la vivienda para los jóvenes que el Gobierno tiene previsto hacer público el próximo mes de octubre. Chacón ha adelantado que el Ejecutivo tiene intención de dar prioridad al alquiler y, en este sentido, aseguró que el 60 por ciento de los jóvenes formados y con empleo admiten que "si bajaran los precios" se decantarían por el alquiler, según una encuesta realizada por su Ministerio. Así, la ministra defendió la vía fiscal como una forma para lograr equilibrar el mercado del alquiler y el parque de vivienda en propiedad. Chacón afirmo que "queremos recuperar las desgravaciones que el Partido Popular suprimió en los alquileres". Pero, además, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere, según su titular de Vivienda, abordar el problema del alquiler desde otros frentes como la mejora de la oferta de viviendas o la intermediación. En definitiva, esta vuelta al pasado que el Ministerio de Vivienda está proponiendo responde más a una estrategia electoral que a un intento serio por abordar el acceso a la vivienda. Anunciar como medida estrella una opción desterrada desde el año 1998 de las estrategias gubernamentales por evidenciarse claramente ineficaz es un error de bulto. Fue el propio Partido Socialista quien propuso, al inicio de la legislatura, la eliminación de las desgravaciones fiscales por la compra de vivienda. Ahora, la cercanía de las Elecciones Generales no ha sido obice para desdecirse, primando los intereses electorales por encima de la experiencia. La eliminación de cualquier forma de intervención que distorsione el libre funcionamiento del mercado debería ser una máxima económica para cualquier Gobierno, independemiente de su signo.