La titulización del déficit tarifario cada vez se parece más al mito de Sísifo. Sólo que la parálisis en remediar este lastre de nuestras eléctricas obedece a la indefinición del Gobierno en materia energética y a sus timoratos pasos e innumerables retrasos en la colocación. El déficit de tarifa surge de la desviación entre lo que los usuarios pagan por la energía y el superior coste del servicio. Ronda los 17.000 millones y se va a elevar en 5.000 más en 2011 por la congelación de la parte regulada del recibo. Y ello sin estar colocado el primer tramo en 2010. Con este panorama, ha comenzado una bajada de rating a nuestras eléctricas. El Ejecutivo no puede seguir estancando la parte regulada, sin tomar medidas que palíen el problema, y posponiendo la emisión porque el sector soporta una carga mayor que la piedra de Sísifo.