Todo el mundo coincide ya en que lo de Endesa, con alemanes, italianos y constructores españoles, es ya más un culebrón pesado que uno de los temas económicos más trascendentes del momento. Lo ha sido durante mucho tiempo, pero ya no parece que el común de los interesados por la economía le haga más caso que a otros temas. Al contrario, una vez certificada sin remedio la injerencia del Gobierno en todo el proceso y la apuesta por los siempre inestables italianos, frente al modelo de gestión de los alemanes, la serie toca a su fin y, por ende, a la retirada de los protagonistas para que dejen ver caras nuevas. Pero el presidente de Endesa no cree que le haya llegado el momento de dejar de ser la estrella de la película. Aún tiene guión para rato si opta por lanzar una batalla judicial a uno y otro lado del Atlántico, por las malas prácticas mercantiles que sus opadores han practicado, aunque haya sido con el beneplácito de sus gobiernos y a espaldas de la maltrecha ley de opas vigente. El problema es que su pelea se ha quedado sin uno de los principales objetivos de legitimación: la defensa de todos los accionistas de la compañía. Ahora sería sólo el penúltimo coletazo de una lucha de puro poder, en la que tiene mucho que ver el orgullo y menos el dinero. Ningún pequeño accionista de Endesa podía imaginar hace año y medio que sus títulos iban a llegar a los 41 euros. Muchos han duplicado lo que invirtieron y, justo es decirlo, ha sido gracias a la perseverancia y el montaje del todavía presidente de la eléctrica, con muchos ribetes de proceso mercantil teñido de lucha política. Lo que el presidente de la eléctrica debe evaluar ahora muy en serio es si no haría más en favor de los accionistas de Endesa si se retirase, en lugar de enzarzarse medio año en unos recovecos jurídicos de más que dudosa rentabilidad para la compañía. Pizarro está muy visto ya y una salida suya a tiempo puede ser una victoria para sus accionistas, antes de que alguno de ellos le recuerde la manida expresión parlamentaria de "¡Váyase señor...!". Cuanto antes deje hacer a los nuevos jefes de Endesa, menos tiempo y dinero perderá todo el mundo.