La presidenta del Banco Mundial de la Mujer en España, Inger Berggren, apunta hoy en una entrevista concedida a elEconomista que hace falta más iniciativa empresarial. En concreto, Berggren destaca la ausencia de una cultura emprendedora entre las mujeres españolas y la ausencia de proyectos que aporten valor añadido, una rémora que nuestra economía no puede permitirse. Las estadísticas demuestran que ellas van, poco a poco, recortando las diferencias que las separan de los hombres a la hora de llevar a cabo una iniciativa empresarial. Una realidad que, sin duda, ira mejorando a medida que las sociedad aplique la conciliación como un elemento clave para la mejora de la productividad. Pero, en el fondo, el problema del emprendimiento va más allá y afecta por igual a mujeres y hombres. Así, y a pesar de que en los últimos años el crecimiento empresarial ha seguido una tendencia alcista, deberían preocuparnos los datos que apuntan a que sólo el 12 por ciento de los jóvenes quiere ser empresario. Un hecho que se suma a la escasa preparación de los que se lanzan a la aventura empresarial. De hecho, el 50 por ciento de los nuevos negocios no consiguen sobrevivir más allá del cuarto año de vida. Evitar el coste económico que supone la mortalidad empresarial pasa por una auténtica apuesta por el emprendimiento en sentido global. Formación, asesoramiento, financiación o fiscalidad son los aspectos sobre los deben profundizar las políticas de apoyo. Un negocio no se construye sólo sobre una mera idea. Como dice Berggren, hay que apostar por empresas sólidas, que aporten valor añadido y sean capaces de generar riqueza y un crecimiento sostenido.