La Xunta de Galicia ha amagado con recurrir el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), si el Banco de España se opone a la fusión entre las cajas gallegas Caixa Galicia y Caixanova. Las autoridades regionales creen que el Frob invade sus competencias cuando concede al supervisor bancario los poderes para aprobar estas uniones. Con Bruselas apremiando para que se concluya el proceso en junio, el tira y afloja debe acabar. No se puede seguir retrasando un proceso que ya está muy avanzado en el resto de países desarrollados. Semejante actitud sólo impide que tengamos unas entidades saneadas para restablecer el crédito. Debe prevalecer el criterio técnico del Banco de España sobre los entramados de poder autonómicos. O lo pagaremos con intereses.