Tras los últimos altibajos, la cuestión más importante para los inversores es averiguar si se encuentran ante una corrección, es decir, un reajuste de las valoraciones de las empresas. Para ello, los inversores pueden contemplar varios datos significativos. Hasta el momento, el índice de la bolsa española, el Ibex 35, ha caído desde sus máximos de 2007 un 8 por ciento. Además, de un tiempo a esta parte se ha recordado que, en la bolsa española, el PER -el número de veces que el beneficio se encuentra reflejado en el valor de la acción- está por debajo de la media histórica. De esta forma, se señala que los títulos no cotizan a precios muy caros. Pero si se descuenta a los tres mayores valores del Ibex -Telefónica, BBVA y Santander-, el PER de las grandes empresas se eleva entre un 15 y un 25 por ciento. Estas tres compañías, que cuentan con un potencial alcista, representan un 45 por ciento del peso la bolsa. Sin ellas, sólo cuatro valores pueden presumir de un PER inferior a la media del mercado, que se sitúa en 14. La media de todos sin los tres grandes llevaría el PER hasta 17, una cifra lo suficientemente elevada como para afirmar que la bolsa no está barata. Por otro lado, el volumen de compras durante el último repunte de la bolsa fue menor que en la bajada previa. De este análisis se puede inferir que se está produciendo una corrección, que podría conducirnos hasta los 13.000 puntos. Los inversores deben permanecer atentos a este hecho y saber que la tendencia alcista no se va a romper. Las cifras macroeconómicas acompañan, y los resultados empresariales también. Todavía podemos mirar hacia los 15.000 para finales de año. El inversor debe aprovechar la bajada para comprar valores con potencial alcista.