Se mueven: estos días, los portales de Internet en España dedicados a la economía y las finanzas tenemos algo que celebrar: la competencia despierta. Y de qué manera. Los salmones y otros portales financieros se encuentran inmersos en una auténtica vorágine de cambios. Las ediciones online de los decanos de la prensa económica están ofreciendo una cobertura más actualizada, ampliando sus secciones sobre mercados y mejorando sus bases de datos de cotizaciones. De otro lado, los portales de Internet sin ningún medio impreso detrás también se han contagiado de este dinamismo, aunque decidiéndose por el proceso contrario: humanizar su información de actualidad, agregando titulares y algo de prosa a lo que antes era poco menos que el frío dato. Estamos inmersos en un momento de vértigo, marcado por un dinamismo que no diré que chirría pero sí que sorprende en un sector dominado por la parsimonia y la timidez, cuyos proyectos se encontraban absolutamente enrocados, con unos recursos y potencial de crecimiento claramente infravalorados por sus propietarios. Incluso me parece que esta primavera, y por primera vez en mucho tiempo, en determinados despachos que huelen a tinta ya se escuchan voces claramente web -o, directamente y con perdón, tekkies-, que han conseguido convencer a sus venerables jefes para que, sin que les tiemble el pulso o directamente el puesto -a los directivos, me refiero-, firmen las facturas que costearán este momento de euforía. Eso sí, desde aquí -y con la ciber-autoestima del equipo bien alta tras el lanzamiento de nuestro economista digital- no podemos evitar preguntarnos: ¿se trata de pura coincidencia que la competencia decida que es hora de cambiar justo cuando elEconomista.es ve la luz? Lo sea o no, son todo buenas noticias para un sector muy injustamente castigado tras el momento de depresión que siguió a la famosa burbuja. ¡Enhorabuena, colegas!